Crítica de 'Bajo las estrellas de París': Pobreza con vistas al cielo

Catherine Frot da vida a una indigente que ayuda a un niño africano a buscar a su madre

Catherine Frot y Mahamadou Yaffa, en 'Bajo las estrellas de París' Adso Films / Carole Bethuel
Federico Marín Bellón

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El amor de una madre es el más grande y poderoso que existe, pero quizá no el más desinteresado. Lo que siente la protagonista de 'Bajo las estrellas de París' por el pequeño Suli lo supera al menos en ese aspecto, porque no hay ningún lazo entre ella y un niño africano de ocho años. De hecho, ambos comparten la ausencia de techo, su pobreza con vistas al cielo, lo que los convierte en rivales: por un refugio o un mendrugo de pan. Tras el inicial y natural recelo, Christine no puede evitar que su corazón domine a la cabeza, como una adicta a los sentimientos. Al contrario que Blanche DuBois , ella no depende de la amabilidad de los desconocidos; es quien la proporciona. No tiene nada y lo da todo.

Catherine Frot es una mujer simpatiquísima y una veterana del cine y el teatro, con un centenar de películas a sus espaldas. Puede que el espectador español la recuerde por 'Odette, una comedia sobre la felicidad', 'Como en las mejores familias' y, sobre todo, por 'La cena de los idiotas'. Como buena actriz de comedia, es una excelente actriz, si se permite la perogrullada. Claus Drexel , cuya experiencia en el cine es diez veces menor, la manda a vivir a la rúa, pegadita al Sena, donde se desarrolla su pequeña historia, felizmente corta (90 minutos) e inteligentemente desprovista de mensajes. Christine ampara al desamparado y lo ayuda a buscar a su madre. Drexel la sigue en ese acto de bondad, sin dar la tabarra ni intentar hacernos llorar.

Estamos pues ante otro título pequeño, modesto y en el que priman los buenos sentimientos. Solo coincide con el cine comercial en su visión del 'plató del mundo', un lugar malo para la lírica y el amor, un hábitat hostil para los inocentes.

Más allá de lo bonita que es la ribera del Sena, incluso en los recovecos del lumpen, la puesta en escena es plana y al guion le faltan sorpresas. El desarrollo de los personajes tampoco es como para impartir una clase de guion. 'Bajo las estrellas de París' se limita a aprovechar la coyuntura para alcanzar la cartelera y traernos un poquito de compasión y de por favor. Además, por supuesto, de una gran actriz y de un jovencísimo coprotagonista, Mahamadou Yaffa . Quién nos dice que no será el futuro Omar Sy .

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