Billy Lynn (***): De Irak a la Superbowl

El director magdalena Ang Lee, que es capaz de absorber con su cine todo Oriente y Occidente (desde «La tormenta de hielo» a «Deseo, peligro» o «La vida de Pi») empapa de sentido y sensibilidad esta historia de héroe que vuelve de Irak tras un suceso traumático y de pura hazaña bélica, y ha de afrontar una gira promocional con bombo, platillo y espectáculo en una mezcla obscena, emocionante y discordante de la guerra y la Superbowl.

La narración apresa ese aroma patriótico y lo contrario de «Banderas de nuestros padres» y lo vuelca en tres pedazos de realidad, el ambiente de homenaje durante un partido de fútbol americano, el de los «flash back» sobre la vida y la batalla en Irak y el ambiente irrespirable de su hogar (padre tullido, hermana antisistema…).

Con especial manejo de la sutileza, Ang Lee desgrana las incongruencias y los altibajos emocionales tanto de esos soldados heroicos (con botonadura de antihéroes) como de una sociedad tan presta al aplauso como a la censura, y la intensidad con que recubre los sentimientos de esos personajes le impide a la película ser devorada por la sátira.

No renuncia a la emoción, aunque sólo sea por ver a Vin Diesel desenvolverse por primera vez en un personaje que no pega con su físico.

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