Negocios cara a cara

Diez personas a cada lado de la mesa, unos seis minutos de presentación e intercambio de información y luego un cambio de sitio para volver a empezar.

Éste es el novedoso sistema que la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC) y la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) pusieron en marcha ayer en Jerez para promover el conocimiento mutuo de un grupo de veinte empresarios de la provincia que en un tiempo récord y de una manera directa pueden entablar relación con otros emprendedores y abren las puertas a futuras colaboraciones y sinergias que pueden enriquecer sus negocios.

Esta experiencia, que ya se probó anteriormente en un encuentro similar en Chiclana, no deja lugar para las divagaciones. Como explicaba ayer el gerente de AJE Cádiz, Lucas Díaz, «los que nos dedicamos a este mundo sabemos que lo que no se puede contar en unos cuantos minutos no interesa, porque el tiempo es oro».

Así, los empresarios de la CEC (hubo alguna baja y alguna incorporación tardía) se sentaron a un lado de la mesa y los de AJE a otra. En unos seis minutos cada empresario tenía un careo con otro en el que se explicaban su actividad, se cruzaban los datos de las respectivas compañías -en un dossier facilitado por la organización donde aparecían todos los logos- y, en algunos casos, saltaba la chispa de la colaboración.

No siempre surgen sinergias, pero este tipo de encuentros de negocios -que adaptan modelos norteamericanos- sirven para que cada uno de los participantes puede entrar en contacto durante algo más de hora y media con otros 19 con los que en otras circunstancias tal vez no podría coincidir o cuyo encuentro podría suponer coste de tiempo o dinero.

En la mañana de ayer, en la Escuela de Negocios se unieron empresarios del sector agroalimentario, de las nuevas tecnologías, del diseño, de la gestión, de industrias auxiliares o infraestructuras, que atendieron con interés las explicaciones de sus compañeros de mesa. Algunos ya sabían con seguridad con quiénes podrían hacer negocio antes de sentarse a la mesa, otros descubrieron puntos de encuentro durante las entrevistas.

Una vez finalizada esta fase, escrupulosamente cronometrada por los gerentes de AJE y la CEC, se celebró el cocktail de despedida en el que los primeros contactos tuvieron la oportunidad de fructificar y hacerse realidad. Con una copa de vino en la mano -también hubo vinagre de El Majuelo como regalo- las conversaciones se hicieron más relajadas, los que vieron oportunidades de negocios volvieron a entablar conversación y las decisiones se acabaron de perfilar.