La historia se sitúa del lado azulino para lograr la remontada

Pese a la buena imagen mostrada el pasado domingo por el San Fernando ante el Motril en el Escribano Castilla, la cruda realidad sentencia que es el único de los cuatro gaditanos que afronta el partido de vuelta con un resultado adverso en el marcador. Los isleños pusieron el buen juego y las ocasiones y el Motril, lo que más importa: el gol. Pero la historia de los últimos quince años de liguilla para el Grupo D, en el que se encuadran los andaluces, invita al optimismo. Se han producido varios casos en los que han ascendido equipos que comenzaron perdiendo el primer encuentro.

Sin ir más lejos, el año pasado, el Mérida dirigido por el ahora técnico motrileño, Andrés García Tébar, consiguió dar el salto después de comenzar perdiendo 2 a 1 contra la Balona. En la vuelta ganaron por 1 a 0 y se impuso la diferencia de goles. En el segundo cruce, los emeritenses apearon al Roquetas. Ese mismo año, el Villanueva hizo lo propio tras comenzar perdiendo 2 a 1 contra el Moralo (2-0 a la vuelta).

Cuando el ascenso se decidía en una liguilla de seis partidos, también se dieron algunos casos dignos de reseñar; aunque bien es cierto que con este sistema un tropiezo era más fácil de enderezar. El propio Motril ascendió en la 96/97 tras empezar con una derrota por 2 a 1 contra el Torrijos.

En la 93/94, año en el que el San Fernando lograba su famoso ascenso en Bahía Sur tras ganar por un gol a cero al Guadix, el Manchego hacía lo propio después de comenzar perdiendo por 2-0 ante el Vélez, y el desaparecido Polideportivo Almería, que empezaba cayendo en el feudo del Villarrobledo por 1-0, también conseguía dar el salto a Segunda B.

Otro de los casos que más se recuerda en La Isla fue la liguilla de la temporada 99/2000. El San Fernando veía como el Almería -el mismo que ahora pelea por dar el salto a Primera-, después de comenzar la liga con mal pie tras caer ante el Plasencia por 3 a 0, les arrebataba el ascenso tras protagonizar una sensacional remontada. En aquella ocasión se sentaba en el banquillo cañaílla Ramón Blanco, y finalmente el salto a la categoría se lograba en los despachos (fue el mejor segundo), por impago del Manchego, que se vio obligado a perder su plaza. Ese mismo año, el Algeciras acompañaba al San Fernando, después de comenzar perdiendo en su propio feudo ante el Don Benito por 0-1.

Optimismo absoluto

Muy lejano en el tiempo (temporada 94/95) queda el ascenso de la Unión Deportiva San Pedro, en un grupo en el que también estaba el Chiclana (que también disputó los play off al año siguiente).

Los malagueños comenzaron perdiendo por un gol a cero en el campo del Grabasa Burguillos, que quedó el último de grupo y que únicamente ganaron ese partido. Por todo ello, y porque el fútbol es muy caprichoso y la plantilla azulina tiene la calidad suficiente para enderezar esta eliminatoria, los de Juan Antonio no deben tirar la toalla. A la salida del Escribano Castilla, el ánimo de los jugadores invitaba al optimismo, y a pensar que la gesta es más que posible.