casi 40 millones de afectados

La epidemia de sida cumple 25 años

El día 5 de junio de 1981 los protocolos médicos en Los Ángeles dictaminaron que el VIH se trataba de una enfermedad epidémica

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Veinticinco años después de que se iniciara la epidemia de Sida a comienzos de los ochenta, 38,7 millones de personas están afectadas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en el mundo.

El día 5 de junio de 1981, los protocolos médicos realizados por el Centro de Salud y Prevención de Los Angeles dictaminó que el virus del VIH se trataba de una enfermedad epidémica.

Sólo en 2005, el sida se cobró la vida de 2,8 millones de personas, y más de cuatro millones se contagiaron con el virus. Aunque los investigadores médicos señalan una "desaceleración" de la epidemia, advierten de que ésta sigue extendiéndose en algunas regiones, como en Africa, el continente más afectado con 24,5 millones de infectados con el virus.

El número total de personas que vivían con el VIH alcanzó su nivel más alto en 2005 con 40,3 millones de afectados, y su incidencia creció en todas las regiones del mundo.

Según los últimos datos, los lugares donde más creció la enfermedad, fueron Europa oriental, debido a la proliferación de drogas inyectables, así como China, India y Latinoamérica, donde existe una mayor incidencia en la transmisión por contacto sexual entre hombres.

Las mujeres y niñas constituyen asimismo casi la mitad de todos los que viven con el VIH en el mundo. Sólo en Africa representan más del 50% de todos los infectados y del grupo de jóvenes de 15 a 24 años, más del setenta% corresponde a chicas.

Además, en contra de las teorías que apuntaban a que la epidemia podría "estabilizarse", ésta sigue siendo sumamente dinámica y aunque han pasado veinticinco años desde que se descubrió el primer caso, la vacuna contra la enfermedad aún está lejos de conseguirse.

Con estos datos la epidemia duplica los pronósticos que ONUSIDA elaboró a mediados de la década de los 90 y pone de manifiesto la relación entre sida y pobreza, ya que el 95% de los infectados viven en países en desarrollo.

En América Latina y el Caribe la epidemia es compleja y se propaga tanto por las relaciones sexuales heterosexuales y homosexuales como a la contaminación por material inyectable no esterilizado.

En 2006 entre 1,2 y 2,4 millones de personas están infectadas con el virus en Latinoamérica, de las que más de una tercera parte se encuentran en Brasil. En América del norte y Europa central se estima que alrededor de dos millones de personas viven con el VIH.

Terapias con antirretrovirales

En los países ricos los afectados acceden a fármacos antirretrovirales, lo que significa que sobreviven durante más tiempo y en mejores condiciones. En Estados Unidos, tras la introducción de la terapia antirretrovírica en 1996, las muertes relacionadas con el sida descendieron considerablemente hasta finales de 1990, aunque luego lo hicieron de forma más gradual.

En Europa occidental la cifra acumulada ese de 550.000 a 950.000 personas, según ONUSIDA.

España es uno de los países con mayor incidencia del sida en Europa occidental con 72.099 casos notificados desde 1981, según el Centro Nacional de Epidemiología y entre 120.000 y 150.000 estimados.

En Europa oriental los datos ponen de manifiesto tendencias preocupantes, ya que el VIH se propaga con mayor rapidez que en el resto del mundo y tanto el virus, como la enfermedad, tienen un rostro joven.

En Oriente Medio y el norte de Africa la prevalencia del sida es relativamente baja, aunque aumenta en países como Argelia, Irán y Marruecos.

En el continente asiático, aunque la epidemia llegó tarde, viven en 2006 con el VIH, 8,3 millones de personas, según ONUSIDA, y de ellas, las dos terceras partes se concentran en la India.

El informe también aporta datos de China, donde aproximadamente 650.000 personas viven con el VIH, el 44% de ellos, son usuarios de drogas por vía intravenosa.

La región Asia-Pacífico tiene un enorme potencial para el desarrollo de la enfermedad, ya que no se adoptan las medidas oportunas en las prácticas de riesgo, los movimientos migratorios son elevados, al igual que el consumo de drogas intravenosas y el comercio sexual.