MUNDO

La Policía siria abate a cuatro terroristas al desarticular una célula extremista

El Gobierno afirma que preparaban atentados contra objetivos de interés vital

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuatro islamistas armados fueron abatidos ayer, dos resultaron heridos y se procedió a la detención de otros cuatro cuando la Policía siria asaltó un edificio situado en el centro de Damasco en el que se habían atrincherado los ocho presuntos terroristas, todos locales. En el enfrentamiento también falleció un agente de las fuerzas de seguridad.

Los medios de comunicación informaron sucintamente de que los abatidos eran «extremistas» que se hicieron fuertes en una vivienda deshabitada situada en la plaza de los Omeyas, muy cerca del cuartel general del Ejército, de la sede de la radio y de la televisión estatales y de la Biblioteca Nacional, pero no dijeron si pertenecían a la organización Yund al Sham.

La televisión informó de que los seis detenidos confesaron a sus interrogadores que integraban un movimiento sufí hasta finales de 2005 y que posteriormente se habían afiliado a una organización tafkir, es decir, a un grupo radical que considera apóstatas a todos aquellos musulmanes que no compartan sus ideas extremistas.

Un portavoz del Ministerio del Interior informó de que la policía se había incautado de una decena de rifles de procedencia estadounidense, granadas de mano de fabricación casera y de literatura islamista, y agregó que las armas habían llegado desde un «país vecino» que no mencionó y que con ellas se pretendía cometer atentados y sabotear «objetivos de interés vital» en Damasco.

El grupo Yund al Sham (Soldados de Siria), vinculado a Abu Musab al Zarqawi, líder de la insurrección en Irak, se ha caracterizado en los últimos años por haber cometido varios atentados en Siria, aunque desde principios de los años ochenta no se tenía noticia de ninguna operación tan audaz como la realizada ayer.

Gobierno debilitado

En los últimos años se ha observado el resurgimiento del fenómeno islamista en ese país a pesar de que las autoridades hacen todo lo posible para aplastarlo. Sin embargo, la posición del Gobierno se ha debilitado recientemente debido a las presiones de Estados Unidos contra el presidente Bashar al Asad, algo que ha ayudado a los fundamentalistas en su guerra particular contra el régimen laico del partido Baas.

El movimiento islamista sirio fue desarticulado a principios de los ochenta cuando intentó dar un golpe de estado y promovió una gran revuelta en la ciudad de Hama, al norte de Damasco, que fue neutralizada con el bombardeo de su casco urbano y con un balance de muertos que osciló entre las 5.000 y las 15.000 personas.

En aquella época los islamistas campaban a sus anchas por Siria, con infinidad de atentados y ataques a las mujeres que no se cubrían el rostro con velo. Una parte considerable de la población que no es islamista teme que estos grupos fuercen un cambio de régimen en el país asiático e impongan la ley islámica.