Los vecinos denunciaron el hedor que salía de la vivienda. / G. H.
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Hallan en Puerto Real a una anciana que llevaba días junto al cadáver de su marido

El cuerpo del fallecido se encontraba en avanzado estado de descomposición La mujer tuvo que ser ingresada en el Clínico con un cuadro médico de desnutrición

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Los residentes de Río San Pedro descubrieron ayer una trágica noticia. Miembros del Consorcio Provincial Bomberos hallaron en el interior de una vivienda el cuerpo sin vida de José Luis Cid, cuyos restos habían sido velados, sin que nadie lo supiera, por su mujer durante al menos una semana.

El matrimonio, de avanzada edad, vivía en un bloque de tan sólo 12 vecinos que en los últimos días se preguntaban por el paradero de los ancianos. Precisamente, uno de estos residentes fue quien dio aviso a las autoridades al no recibir respuesta cuando llamó a la puerta de la vivienda de la pareja y no obtuvo ninguna respuesta. Este circunstancia, junto al olor nauseabundo que salía del inmueble, hizo presagiar un fatal desenlace a los demás inquilinos de la comunidad.

El aviso se dio en torno a las cuatro de la tarde, e inmediatamente una patrulla de la Policía Local se personó en el lugar. Pero no fue hasta la intervención de los Bomberos cuando se despejaron las dudas sobre lo ocurrido.

Una dotación del parque de Tres Caminos, una hora después, para proceder a la apertura de la puerta de la vivienda y confirmó los temores de los vecinos. Los efectivos hallaron el cadáver de José Luis Cid en el salón de su casa. Junto al fallecido se encontraba su mujer, Carmen Serrano, quien fue ingresada en el Hospital Clínico de Puerto Real con un cuadro de desnutrición y deshidratación, al parecer por no alimentarse adecuadamente durante los días que había permanecido junto a su marido.

El matrimonio estaba siendo asistido por una trabajadora social desde hacía más de un año a raíz de las denuncias de los vecinos por el olor que salía de la casa. Así, a principios de año la casa tuvo que ser intervenida para desalojar la basura que los ancianos habían acumulado.

Según Eduardo Cuello de Oro, presidente de la comunidad de vecinos, en varias ocasiones se planteó el traslado del matrimonio a una residencia, una petición que no se cumplió debido a la negativa de los familiares. A pesar de la negativa, los vecinos alabaron la labor de la asistente con los ancianos.