Alianza entre el vino dulce y el cerdo ibérico

La Torre del Homenaje acogió ayer una interesante sesión gastronómica en la que se investigó en las posibilidades culinarias que brinda la combinación entre el vino dulce y «el dulzor de la carne del cerdo», según manifestó el chef de la Escuela de Hostelería de Jerez, Pepe Rosales. Los platos elaborados por Rosales consistieron en una carrillera de ibérico, humus de garbanzos y caviar de mujol; solomillo de ibérico rustido sobre chalota de puerro y dátil; miñón de ibérico, berberechos y puré parmentier; y papada de ibérico rustida, langostino y jugo de asado. Los caldos fueron el francés Maury 2004, Flor de Sauco de Toro, Castaño de Jumilla y Casta Diva Fondillón de Alicante.