Oro en el corazón

De este mundo te vas desnudito y lo único importante que dejas es lo que hayas po-dido hacer por los demás». Lo dice Belinda Washington, después de haber explicado en un pequeño relato la historia de su amiga Gloria, una azafata embarcada en un admirable proyecto de ayuda a marginados y enfermos de sida.

Belinda, igual que otros 22 destacados personajes del mundo del cine, la música, la literatura, el periodismo, el deporte, la moda y la gastronomía, ha participado en un libro promovido por la Cruz Roja que lleva por título Historias de oro. En él, cada famoso aporta un relato o una pequeña historia de corte solidario.

David Meca, por ejemplo, compara su experiencia como nadador de élite con la de un inmigrante que se embarca a la desesperada. «A mí el mar me lo ha dado todo -dice-. Pero a muchas de estas personas les ha quitado la vida». Meca dedica su historia a los desaparecidos en el mar en busca de una vida mejor y a los voluntarios de la Cruz Roja, «siempre presentes -apunta el nadador- en mis travesías. Ellos me sacaron del agua cuando llegué exhausto a Ibiza, tras 26 horas nadando.

Y esa foto dio la vuelta al mundo». La Cruz Roja es la principal destinataria de los premios que va ganando Meca en el concurso Mira quién baila. Hasta él se sorprende del buen resultado. «Yo es que soy un machaca para todo -confiesa-. Y, por lo visto, no tan patoso como creía».

En el libro, la modelo Eva González relata cómo le cambió un viaje que hizo a Cuba cuando aún era Miss España. «Volví con la maleta vacía de ropa y enseres porque lo repartí todo. Pero llena de otras cosas más importantes. Desde entonces, siempre que puedo, presto mi rostro, no sólo para anunciar productos de lujo, sino también para causas humanitarias».

Su novio, el futbolista Iker Ca-sillas, también ha participado contando las visitas de su equipo a un hospital con niños enfermos de cáncer.

El cocinero Sergi Arola ensalza la humanidad y la generosidad de su suegra; siempre más pendiente de los demás que de sí misma. La escritora Rosa Regás cuenta el día en que pasó una chuleta en unas oposiciones a un chico que estaba completamente escayolado. Cincuenta años después, de forma totalmente inesperada, volvieron a encontrarse y él se lo agradeció.

Concha Velasco rescató una noche, hace muchos años, a un accidentado, sacándole de su vehículo y llevándole a un hospital. Dos meses después, el hombre le envió «una carta preciosa» dándole las gracias por haberle salvado la vida. Y le regaló un reloj de oro que la actriz aún conserva.

Carmen Sevilla habla de su amiga Mari Pepa y de la encomiable labor que realiza en favor de los enfermos de Alzheimer.

El actor Daniel Guzmán se recrea en el solidario viernes por la tarde de un voluntario anónimo que acude a cuidar ancianos solitarios

'Mono' terrible

«Como en todos los ámbitos, en el artístico también hay personas con el corazón de oro. Y muchas hacen cosas por los demás sin que nadie se entere», comenta Be-linda Washington. Ella dedicó sus premios en la edición anterior de Mira quién baila a su amiga Gloria, a la que conoció hace años y con cuyo proyecto se identifica plenamente.

«Cuando me meto en algo es al cien por cien, y me tiro de cabeza; esperando que haya agua en la piscina. Aunque no siempre ha sido así», explica Belinda.

Madre de dos niñas de 9 y 4 años, la presentadora asegura que sigue tomando clases de baile -«porque tengo un mono terrible del concurso»- mientras prepara un nuevo programa sobre cocina. Y cuenta que hace años quedó «noqueada a nivel personal» porque se encontró desbordada entre su trabajo en televisión y su labor como madre de una niña recién nacida. «Entonces me planteé: ¿Qué quiero? ¿Una supercuenta en el banco o disfrutar de mi familia? Elegí la familia y no me he arrepentido nunca. Creo que los valores humanos están por encima de todo y eso es lo que se refleja en este libro».