Zapatero tratará con ETA de «su disolución» y «del futuro de sus integrantes»

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha avanzado este lunes su 'hoja de ruta' en el diálogo que el Ejecutivo abrirá, previsiblemente a partir de junio, con ETA. La disolución de la banda terrorista y "del futuro de sus integrantes" serán los dos temas que se pondrán encima de la mesa. Zapatero ha solicitado para el proceso el respaldo de todos los "sectores y voces" del PP.

En una entrevista concedida a en Catalunya Radio, Zapatero ha adelantado que tiene previsto hablar con la banda terrorista sobre la necesidad "para que deponga definitivamente las armas, para que se disuelva como organización, y del futuro de sus integrantes". Al ser requerido para que explicase si eso implicará excarcelaciones, el jefe del Ejecutivo ha reclacado: "no hemos empezado a hablar".

Apoyo del PP

En cuanto a la actitud que está manteniendo el PP en el proceso, Zapatero dijo que, en ocasiones, tiene una "sensación extraña" por un comportamiento que contrasta con el hecho de que existe por vez primera un “alto el fuego permanente de ETA” y no ha habido víctimas mortales por parte de la banda terrorista durante tres años. "Los comportamientos de ayuda y apoyo al Gobierno que deberían marcar la actuación de la mayoría de fuerzas políticas no se producen como se deberían de producir", ha lamentado para añadir: "Yo estaría dando un apoyo cerrado, sin fisuras, sin condiciones, sin críticas, sin exigencias, como ya lo di (en la oposición) constante y continuo".

Al ser preguntado si se refería con esas palabras a Rajoy, ha precisado que aludía a "sectores y voces del PP que tendrían que tener una actitud distinta", porque está convencido de que es lo que desea la mayoría de los ciudadanos ante un objetivo que "trasciende a cualquier Gobierno y siglas de partido".

Zapatero también ha explicado que, recientemente, ha reiterado al líder del PP, Mariano Rajoy, el ofrecimiento de convocar el Pacto Antiterrorista antes de su comparecencia en el Congreso para informar del inicio del diálogo con ETA. El jefe del Ejecutivo ha confirmado que esa próxima comparecencia -para la que aún no ha fijado fecha- consistirá en una comunicación a las fuerzas políticas y no habrá votación.

Preguntado por la posibilidad de que haya acordado con el líder del PP orillar este asunto en el Debate sobre el estado de la Nación, Zapatero se ha limitado a señalar que todos los debates sobre el proceso de paz estarán regidos, por su parte, por el principio de la cooperación y la no confrontación, y confió en que Rajoy actúe de la misma forma.

Ante la influencia que podría tener el posible encarcelamiento de algún integrante de la ilegalizada Batasuna, el presidente ha subrayado que ese proceso debe fundamentarse en el principio de legalidad y máxima participación en la búsqueda de acuerdos, especialmente en la sociedad vasca. "Es imprescindible respetar la acción de la Justicia y pensar que esa acción tiene un carácter, en muchas ocasiones, que puede ser coyuntural frente a un proceso de fin de la violencia, de abrir un espacio distinto a la política en Euskadi, al compromiso democrático de quienes han estado cerca o secundando o comprendiendo la violencia", ha añadido.

Respecto a la repercusión negativa que podría tener en su reelección un fracaso del diálogo con ETA, Zapatero cree que los ciudadanos siempre tienen la última palabra y que él tiene que intentar "con todas las consecuencias" el fin de ETA.

Proceso de paz "no garantizado"

Por su lado, el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, ha recalcado que la paz "es posible" tras la declaración de alto el fuego por parte de ETA, aunque ha admitido que el éxito del proceso "no está garantizado".

Sevilla cree que "estamos en un proceso importante y esperanzador", si bien se mostrado convencido de que el camino "no va a ser fácil" y de que se atravesarán "momentos de cierto nerviosismo en algunas áreas de la derecha y en otras relacionadas con la izquierda abertzale".

"Debemos ser conscientes de que lo que nos jugamos es muy importante y que el resultado final no está garantizado, pero será más probable que tenga un buen final cuanto más consensuado sea el camino", ha subrayado.

El ministro ha instado a "no caer en las provocaciones de uno y otro lado" y a ser conscientes de que el proceso "no será una línea recta". En este sentido ha señalado que el Gobierno "está manteniendo la cabeza fría porque la responsabilidad que tenemos es muy alta y porque la paz es posible".