EL RETABLO

Por quien doblan...

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Si preguntan por quién doblan... Así comenzaba una de las más brillantes malagueñas del insigne cantaor jerezano Don Antonio Chacón. Decía el Premio Nobel Thomas Mann que «la indiferencia sólo contribuye al olvido» y el olvido, al fracaso de los pueblos. Jerez es una ciudad que cuenta con una infinidad de virtudes; tal vez, por metro cuadrado, no haya un sitio en el mundo que haya parido tantos artistas, y no sólo en referencia al mundo flamenco. Pero, aunque nos cueste reconocerlo tenemos también nuestros defectos, como todo hijo de buen vecino. Y entre el catálogo de los mismos, resalta el alto grado de amnesia colectiva cuando se trata de valorar a nuestros ilustres, quienes, sin duda, marcaron para siempre la alta cima que supone Jerez para el arte.

Pese a la loable salvaguarda de los técnicos municipales para conservar su busto, lo cierto es que la memoria de Don Antonio Chacón ha sido obviada ahora que no está en las calles y ultrajada cuando lo estuvo con pintadas e intentos de robo. Tal vez se ignore que estamos ante el cantaor más decisivo del género andaluz y el que más influencia injertó en la evolución musical del flamenco. Su tarea de dignificación de la profesión de artista y valoración social de su arte no tienen otro ejemplo similar. No digamos, la inmensa labor que realizó como puente entre los antiguos cantaores del XIX y los del siglo XX. Tanto que no se puede entender hoy en el XXI el cante en su conjunto sin las aportaciones de quien, en su época, gitanos y gachós, coincidían en señalar como el Papa Flamenco.

Resulta paradójico que un 4 de agosto de 1928 en Jerez, fue abucheado y pitado por sus propios paisanos, ante las lágrimas de un artista que había conseguido el tratamiento de don por la Casa Real (les recuerdo que no hace mucho se hizo la misma afrenta a José Mercé en la Plaza de Toros...). Tendríamos que estudiar estos comportamientos de Jerez con sus propios hijos cuando hace más de madrastra que de madre. De momento, lo que sí está en nuestras manos es hacer justicia histórica y devolver cuanto antes a Don Antonio a las calles que lo vieran nacer, antes que el olvido nos quite del alma los pocos valores que nos van quedando. Y si preguntan por quién...