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Termina la competición por la Palma de Oro de Cannes tras una sesión de sabor hispano

El mexicano Guillermo del Toro, con una película española, y Adrián Caetano, uruguayo, con otra argentina, han clausurado hoy la sección

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El mexicano Guillermo del Toro con una película española y el uruguayo Adrián Caetano con una argentina cerraron hoy entre fuertes aplausos del público la competición por la Palma de Oro en la edición más hispana del Festival de Cannes en muchos años.

"El laberinto del fauno", de Del Toro, y "Crónica de una fuga", de Caetano, recrean dos de los periodos más oscuros de España y Argentina: la represión tras la Guerra Civil y los desaparecidos durante el último gobierno militar. Y en ambos casos, los protagonistas acaban abriendo una ventana a la esperanza en medio del horror. Pocas similitudes más podrían encontrarse en dos películas diametralmente distintas, pues mientras Del Toro se adentra de nuevo en su riquísimo mundo onírico, Caetano recrea con exactitud una pesadilla real, la huida de un grupo de detenidos clandestinos. Y mientras la niña que protagoniza el filme de Del Toro se vale de una tiza para abrir puertas a un universo de magia, esperanza y criaturas fantásticas, los cuatro jóvenes desnudos que fuerzan una ventana de la casa donde los torturaron lo hacen para escapar de un infierno poblado de monstruos con aspecto humano.

Ambientada en 1943 en el norte de España, "El laberinto del fauno" presenta una historia de represión franquista y lucha del maquis en la que una niña, interpretada por Ivana Baquero, ejerce como enlace con un mundo de hadas de apabullante fantasía. La película, respecto a la que hay que dar la razón a Del Toro en que posiblemente es su mayor logro hasta la fecha, producción de Estudios Picasso/Telecinco, Esperanto Filmoj y Tequila Gang, es una de las dos cintas españolas en competición por la Palma de Oro, junto a "Volver", de Pedro Almodóvar. Aparte de por sus efectos visuales -diseñados y hechos en España por David Martín-, el film de Del Toro sorprende con la interpretación de un Sergi López en el papel de despiadado represor, junto a Maribel Verdú y Ariadna Gil. Todos ellos secundaron hoy a Del Toro en la rueda de prensa, en la que este jalisciense nacido en Guadalajara en 1963 expresó alegría por retornar a Cannes tras su paso en 1993 fuera de competición con "Cronos", su primer largo.

"'El laberinto del fauno' no es una película de género: es su propio género. Lo que sí tiene son mis proclividades", explicó el autor respecto a los múltiples elementos de la cinta que remiten a sus obras previas, como "Hellboy" (2004) o "El espinazo del diablo" (2001). Sobre su interés por la guerra civil española (1936-1939), el cineasta explicó que México tiene "una relación muy peculiar con España" respecto a ese conflicto, un acontecimiento histórico "con muchas capas" y múltiples interpretaciones. Asimismo, en sus comienzos como cineasta y aficionado al cómic y la literatura fantástica, "España era un país mítico". López, que consigue uno de sus trabajos más logrados, reconoció que su papel de "malo" era muy agradecido, pues "siempre es más interesante interpretar al lobo que a Caperucita". Lo más pavoroso de todo, sin embargo, es saber que los lobos de carne y hueso que pueblan "Crónica de una fuga" son seres de carne y hueso. Y que están entre nosotros.

"Crónica de una fuga"

El golpe de Estado militar de 1976 instauró durante siete años un régimen de terror implacablemente retratado en la cinta de Caetano, con la que el autor de "Bolivia" (2001) recrea el caso real de cuatro jóvenes en un centro de detención clandestino donde a la tortura física se unió la psicológica durante meses. Dos de ellos, Guillermo Fernández y Claudio Taburrini, acompañaron hoy a Caetano durante la presentación de la película. "La primera vez que la vi, me hizo revivir el dolor", reconoció Taburrini, sentado en la mesa junto al actor que le encarna en la cinta, Rodrigo de la Serna, y Pablo Echarri, quien interpreta a uno de los torturadores. "Las emociones más fuertes las tuve durante el rodaje", precisó Fernández, quien recordó que al visitar la casa en la que se reprodujo la que fue escenario de su cautiverio tuvo que pedir que le "dejaran salir, para comprobar que podía hacerlo".

Habrá que esperar hasta el domingo si esta cinta que, como explicó Caetano (Montevideo, 1969), retrata "crímenes contra el ser humano que no merecen ningún tipo de justificación", se lleva una Palma de Oro a la que aspiran también otros tres autores de habla hispana: Del Toro, Almodóvar y el mexicano Alejandro González Iñárritu, con "Babel", con los dos últimos como favoritos.