El Capitán Trueno, 50 años de mandobles

El 14 de mayo de 1956 nació El Capitán Trueno, un tebeo que se hizo enormemente popular durante las décadas de los cincuenta, sesenta y parte de los setenta. Paladín de la justicia, defensor de los débiles y honrado a carta cabal, el protagonista era un apuesto joven que, espada en ristre, vencía siempre al mal y a los malhechores, encarnados éstos por tipejos feos, sebosos y de expresión desagradable. El Capitán Trueno vivía en una época indefinida de la Edad Media y tenía tres inseparables amigos: el comilón, brutote y noble Goliath, el joven y delicado Crispín, y su eterna prometida, la bella Sigrid, una mujer de cabellos rubios a quien raptaban con bastante frecuencia. El Capitán Trueno, ayudado por sus amigos, siempre la salvaba de las lascivas garras de sus captores. Las aventuras reflejaban, de alguna manera, la moral y el ideario franquista: un protagonista fuerte, sin ninguna flaqueza, una dama fiel, amigos leales y, sobre todo, mucha castidad.

El cuadernillo comenzó su andadura hace cincuenta años de la mano de Víctor Mora (firmaba con el pseudónimo de Víctor Alcázar) y Miguel Ambrosio Zaragoza (Ambrós). El primero se ocupó de los guiones y el segundo de los dibujos. Posteriormente, y debido a la apabullante demanda de ejemplares, crearon un equipo con varios colaboradores, entre ellos Ricardo Acebo, Jordi Bayona, Vidal Sales, José Grau, Martínez Osete y Francisco Fuentes. Hasta el número 22 la cadencia fue quincenal. A partir de entonces pasó a ser semanal. La colección consta de 618 fascículos. El primer ejemplar -se lanzó a la calle el lunes 14 de mayo de 1956- llevaba por título ¿A sangre y fuego!. Costaba 1,25 pesetas. Para conmemorar estos 50 años se acaba de editar El gran libro del Capitán Trueno (Ediciones B), que recoge anécdotas, curiosidades y la relación maldita de este héroe con el mundo del cine (a pesar de que se barajaron varios proyectos, nunca se ha llevado a la gran pantalla). Sí han salido, en cambio, tres videojuegos. El primero se realizó en 1989. También se lanzaron dos sellos. La última aventura apareció en 2003 (Zagorff el Belicoso), con guión de Víctor Mora y lápices de Paco Nájera.

El Capitán Trueno, o más bien todo lo que simbolizaba, fue el tema de una de las canciones más significativas del rock español. La firmó el grupo Asfalto en 1978 y fue el primer single de Chapa Discos, la división juvenil de la compañía Zafiro que abrió el camino a la movida. «Si el Capitán Trueno pudiera venir / nuestras cadenas saltarían en mil. / De él aprendimos que el bueno es el mejor / aunque al pasar el tiempo comprendemos que no», rezaba la letra de este tema que llegó a convertirse en un himno del llamado rock urbano.

Curiosamente, muchos de aquellos muchachos de entonces que cantaban a voz en cuello «Ven, Capitán Trueno, / haz que gane el bueno» ignoraban que Asfalto sentía poco aprecio por su creación y que jamás pensaron grabarla. Ellos sólo la usaban como calentamiento en los ensayos, y fue su productor quien se empeñó en incluirla en el disco. Un oído clínico el suyo, desde luego.