La ley elimina las trabas para tratar con embriones desechables. / L. V.
ESPAÑA

Aprobada la ley que autoriza 'bebés a la carta' para curar a sus hermanos enfermos

Sale adelante sin las restricciones que introdujo el PP en el Senado

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La nueva Ley de Reproducción Asistida es ya una realidad, a falta sólo de su publicación en el BOE. El pleno del Congreso aprobó ayer la norma y la devolvió a sus cauces originales, sin los cambios introducidos por el PP a su paso por el Senado gracias a su mayoría en la Cámara Alta.

La ley elimina los límites al número de ovocitos fecundables en las reproducciones in vitro, levanta las trabas a la investigación biomédica con embriones desechables y, sobre todo, autoriza la selección genética de embriones sanos con fines terapéuticos. Hasta ahora sólo se autorizaba la selección genética preventiva para evitar futuras enfermedades hereditarias graves al bebé. Sólo el PP se opuso a esta ley, que esperaban como agua de mayo unas 150 familias españolas con hijos aquejados de graves enfermedades hereditarias. La nueva normativa da vía libre al diagnóstico preimplantacional y a la selección entre varios preembriones in vitro de uno libre de taras transmisibles para dar a luz un niño medicina, futuro donante para un hermano afectado de leucemia, aplasia medular, anemia de Fanconi u otras enfermedades hereditarias. Las parejas en esta situación podrán remitir ya sus solicitudes a las autoridades sanitarias de su región.

Selección

Será siempre un procedimiento excepcional y cada caso se estudiará de forma individual, con lupa, por la Comisión Nacional de Reproducción Asistida (organismo científico-ético consultivo del Gobierno) y deberá contar con el permiso expreso de la consejería autonómica. Cualquier otro tipo de selección genética, racial, de sexo o de determinados rasgos físicos (la llamada clonación reproductiva) queda prohibida en esta ley y lo estará también en la futura Ley de Investigaciones Biomédicas.

Una vez votada y aprobada, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, lamentó el rechazo de los populares a una ley, dijo, «garantista» y «abierta al futuro» que evitará que muchas familias españolas tengan que buscar en el extranjero soluciones para salvar a un hijo enfermo, y facilitará la llegada gradual y controlada de técnicas experimentales fruto de avances científicos venideros.

El texto se libera de los corsés impuestos por el anterior gobierno del PP en 2003 al actualizar la primera ley de Reproducción Asistida (1988). Ya no se limitarán a tres los ovocitos fecundables en cada ciclo in vitro, que el PP marcó en su día para atajar la acumulación de embriones sobrantes que acumulan las clínicas especializadas. Ahora queda a criterio médico el número de ovocitos que se fecundan para asegurar las mayores posibilidades de embarazo y evitar repetir ciclos de fecundación, riesgos y molestias a la paciente. En todo caso, antes y ahora, sólo se le podrán implantar a la mujer un número máximo de tres embriones.