MUNDO

Las críticas no impiden que el mandatario estadounidense confíe la CIA a un militar

Propone a Michael Hayden, responsable del programa doméstico de escuchas extrajudiciales autorizado tras los atentados de 2001

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pese a las reticencias casi unánimes de republicanos y demócratas sobre la conveniencia de entregar las riendas de la CIA a un militar, George W. Bush confirmó ayer al general Michael Hayden como su candidato para dirigir la mermada, cuestionada y desmoralizada agencia civil de espionaje de Estados Unidos. Al presentarle, el presidente destacó la enorme experiencia de este veterano oficial, entre cuyos cometidos destaca el programa doméstico de escuchas extrajudiciales autorizado por la Casa Blanca después del 11-S.

En anticipación de un controvertido proceso de confirmación en el Congreso, Bush recordó que el año pasado el general Hayden recibió sin problemas el visto bueno del Senado como número dos del zar de los espías, el supercoordinador de Inteligencia, John Negroponte. Según el inquilino de la Casa Blanca, el militar especialista en espionaje electrónico «está supremamente cualificado» para dirigir la CIA, puesto vacante desde la repentina dimisión el viernes de Porter Goss, forzada supuestamente por sus diferencias con Negroponte.

Durante la ceremonia de nominación en el Despacho Oval, Hayden no entró a debatir las grandes dudas expresadas durante el fin de semana sobre sus cualificaciones. El oficial de 61 años, vestido con el reglamentario uniforme de general de cuatro estrellas de la Fuerzas Aéreas, se limitó a insistir en que no existe un puesto más importante que la dirección de la CIA para «preservar nuestra seguridad y nuestros valores».

«Persona equivocada»

Como ejemplo de las críticas bipartidistas formuladas en el Congreso federal contra la candidatura de Hayden, el presidente republicano de la comisión de la Cámara Baja que supervisa los servicios de inteligencia calificó al nominado por la Casa Blanca como «la persona equivocada, en el lugar equivocado y el momento equivocado».

A juicio de Peter Hoekstra, ante retos tan cruciales como el desafío nuclear de Irán, resulta inapropiado poner en la dirección de la CIA a un militar. El presidente de la comisión de inteligencia, no precisamente famoso por su hostilidad a la Casa Blanca, también reprochó que la elección de Hayden contraviene el acuerdo a múltiples bandas alcanzado para reformar los servicios secretos siguiendo las recomendaciones de la comisión que investigó las negligencias que hicieron posible el 11-S.