Economia

El rechazo a las empresas extranjeras

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Las protestas contra las petroleras extranjeras han crecido durante los últimos meses en América Latina, dentro de un nuevo contexto político en el que los gobiernos tratan de recuperar el control de sus riquezas naturales. El avance de la izquierda en Venezuela y Argentina, profundizado por la llegada de Evo Morales al poder en Bolivia y que tiene posibilidades de continuar en México y, con menos opciones en Perú, consolida un movimiento regional contra las multinacionales petroleras.

Morales, primer líder indígena que accede a la presidencia de la nación más pobre de Sudamérica a pesar de sus enormes reservas de gas, ha jugado al gato y al ratón con las petroleras respecto a su proyecto de nacionalización de los hidrocarburos, al tranquilizarlas respecto a los plazos y después aprobarlo.

Antes de esta decisión, los gobernantes del país andino, en el que operan 26 petroleras de diversos orígenes, incluida Total (Francia), British Gaz (Gran Bretaña), Petrobras (Brasil), Exxon Mobil (EE. UU.) y Repsol (España), habían decidido aplicar la ley aprobada en 2005. Conforme a esta norma, aumentaron los impuestos y controles por la explotación de hidrocarburos, cuya producción estará controlada ahora por el Estado.

En Venezuela, quinto exportador mundial de petróleo, el Gobierno bolivariano de Hugo Chávez impuso a las petroleras un nuevo sistema de contratos de explotación. Para ello, creó sociedades mixtas dirigidas por la compañía estatal PDVSA. La firma noruega Statoil, la francesa Total Oil and Gas, la estadounidense West Falcon Samson y la italiana Eni Dacion ya se incorporaron al sistema en diciembre.