IMAGINACIÓN. En el aula de diseño gráfico es necesario estrujarse el coco. / TAMARA SÁNCHEZ
Jerez

La pelea de todos los días por no pasar de moda

El Centro de Moda y Diseño de Jerez se ha convertido en referencia del sector en la provincia y lucha contra viento y marea por mantenerse en la industria

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Las modas nos han marcado la vida. Es siempre signo de evolución, para bien o para mal. Son las tendencias esa idea que orienta una determinada dirección, en este caso artística. Es la inclinación en el ser humano y en las cosas hacia determinados fines. La moda no ha escapado a esta propensión.

Los orígenes del EDA Centro Artístico de Moda y Diseño se remontan a finales de los años ochenta en Cádiz. Se traslada a Jerez siendo la ciudad en esos momentos el «centro estratégico de comunicaciones» de la provincia, con lo que se puede dar así mejor cobertura, en todos los ámbitos, al sector. No es sólo un centro de formación, es a la vez un foro de encuentro entre empresas y profesionales. Queda constituida en 1993 de manos de un grupo de docentes que tenián como futuro en esos momentos la cola del INEM.

«Era lo único que sabíamos hacer. Disfrutamos de nuestro trabajo y por eso nos metimos en esta aventura. La mayoría eramos profesores del anterior centro y decidimos continuar hacia adelante, sino nos quedabamos en la calle», recuerda Regla Valverde, directora del centro.

El equipo humano que compone el Centro Artístico de Modas y Diseño combina experiencia y juventud, gracias a un grupo de profesionales entre los que se encuentran docentes, diseñadores de moda, patronistas industriales, diseñadores gráficos, programadores informáticos, comerciales y administrativos. «Un grupo de profesionales sin ninguna experiencia empresarial en aquellos días, pero que decidió arriesgar», incide Valverde

La escuela nace con 30 alumnos y coincidiendo con la campaña Moda de España, la cual permite el acceso de estudiantes a numerosas becas y ayudas para los centros. Son los años del postmodernismo, del paso del negro al color. Están despuntando diseñadores como Vitorio y Luchino, Ana Camargo, los Pepe's, etc.

Regla asegura que «la forma de trabajar y la unidad de los profesionales que dirigen este centro es lo que nos mantiene para ir adelante». En este aspecto, el centro cuenta con diferentes unidades de formación que hacen que la oferta dirigida a un público de entre 18 y 55 años sea la más amplia posible; Formación Técnica de Diseño, Formación Técnica de Diseño Gráfico, FPO y Formación Específica. Además, desde el año 2002 la Asociación de Empresarios de Confección de la provincia y su zona de influencia seleccionó el centro como sede social dada su estrecha vinculación con el sector.

La oferta formativa, gracias a una plataforma e-learning, hace posible que ésta legue a otros países y ciudades on-line, por lo que el número de alumnos aumenta cada año. En la actualidad son sesenta los alumnos que presencialmente acuden al EDA Centro de Moda y Diseño; «alumos muy elegidos».

En cuanto a la situación económica, Regla Valverde aclara que «no es precisamente muy buena», ya que es imposible, como reconoce la propia administración andaluza «competir con el mercado asiático». «La mano de obra es mucho más barata y los cambios en el sector textil han sido muchos y no muy positivos».

Valverde destaca el esfuerzo que el centro en particular y el sector en general -con el apoyo de la Administración andaluza a través de la Consejería de Innovación Tecnológica, Ciencia y Empresas-, está realizando en Investigación+Desarollo (I+D), lo que ha propiciado que la industria textil andaluza apueste por productos con «valor añadido», es decir, en los productos basados en la «eficiencia y en la eficacia». «Es la mejor forma para conseguir unos objetivos. Que el empresariado se incorpore a la Orden de Incentivos a la Innovación y el Desarrollo Empresarial, que a nostros por ejemplo nos permite llevar a cabo la producción de productos propios o asesorar a empresas y contar con proveedores», añade la directora del centro de enseñanza.

Tal y como está el sector en la actualidad es fácil intuir cuál es la situación en lo laboral. En este aspecto juega un papel importante el servicio de inserción laboral en aras del interés del centro por ayudar a los alumnos en su primer contacto con el mundo laboral. Por ello, son vínculos estrechos los que el centro mantiene con el ámbito empresarial. Desde 1998 dispone de un departamento exclusivo para este cometido, que está en continua comunicación con multitud de sociedades de los sectores que aborda. «La caída de los precios del sector y de la mano de obra nos ha llevado a buscar otras fórmulas para la inserción laboral, y aunque es difícil, intentamos asegurar la inserción en cuanto los alumnos finalizan con su periodo académico», comenta Valverde.

No sólo se trata de buscar fórmulas para los futuros profesionales de este sector. Es también el centro el que se las tiene que ingeniar para seguir funcionando. Por ello se ha creado el CITTA (Centro de Investigación Tecnológico del Textil de Andalucía), con sede en Priego (Córdoba) y con el auspicio de la Junta de Andalucía, lo cual permite avanzar en este campo y defender los intereses del sector en Andalucía, y así hacer que nuestra comunidad continúe siendo líder del sector en el mercado español y latinoamericano, conjugando una excelente relación precio/calidad.

Era imprescindible hablar, no de cómo está el patio en lo económico y laboral, sino también en el campo del diseño; en especial hablamos de nuestra ciudad. Regla confiesa que la moda «está cambiando poco a poco, aunque el concepto de moda es muy amplio en la actualidad. Ahora son importantes los complementos. Hay que vestir de la cabeza a los pies. Los complementos son tan importantes hoy como la propia ropa».

Para Regla, «la gente que ha venido de fuera ha contribuido a que hayan nuevas ideas y que el típico 'jerezanito' sea sólo un reducto. No está mal, pero no es lo único. Lo cierto es que los turistas han abierto brecha».

Regla aboga por crear una «marca de andalucía», como «ocurre con los alimentos. Nos haría ser más competitivos».

Es un centro cuyos alumnos han conseguido diversos premios en certámenes de moda y diseño. Roberto Diz y Manolo Odriozola son dos de los claros ejemplos.

. Diz ha trabajado para Vogue y es un chico «con un gra futuro porque se lo está ganando», comenta Regla, mientras que de Odriozola, asegura que «tiene los pies sobre la tierra, y eso que ya ha pasado por la pasarela Cibeles».