DAÑOS. Los vecinos quieren que se arregle su vivienda / M. A.
EL PUERTO

Vecinos de Cruces, 32 denuncian que no se haya arreglado su vivienda tras el derrumbe

Al cumplirse dos meses del derribo no se han tapado las grietas que ocasionó

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Tal día como hoy hace dos meses Adelina sufría uno de los mayores sustos de su vida. La pared de la habitación contigua a la suya se venía abajo por culpa de unas obras que se estaban ejecutando en la finca colindante. Lo mismo le ocurría a otros de sus vecinos que, en tan solo unos minutos tuvieron que abandonar sus casas por miedo a un derrumbe total del edificio.

Tras ser realojados, primero en un hostal y después en el asilo de Valdelagrana a falta de plazas hoteleras, las familias afectadas volvieron a su casa «con el miedo de que pudiera pasar otra vez lo mismo». Los técnicos del Ayuntamiento inspeccionaron el inmueble y les aseguraron que no correrían peligro. Pues bien, tras dos meses del inesperado derribo, los vecinos de Cruces, 32 denuncian que ni la constructora ni la inmobiliaria responsable de los daños les han arreglado del todo la vivienda.

Las paredes fueron tapiadas para que los inquilinos pudieran volver pero, «nadie ha mirado las grietas que se abrieron, no han pintado, ni tampoco nos han devuelto los muebles y televisores que rompió la pared», lamenta una de las vecinas afectadas.

Adelina lleva 82 años viviendo en Cruces, 32. «Yo he nacido aquí y he visto crecer a mis hijos en esta casa», cuenta con ánimo de que «alguien» le escuche y le solucionen «un problema que vino por otros, no por nosotros». «¿Dónde me voy a ir con la edad que tengo ya?», se pregunta mientras señala los desperfectos que le ocasionó el derrumbe del muro.

Obstáculos

Lo más llamativo de este asunto es que, según aseguran, el abogado que, hasta ahora les ha llevado el caso, «no consiguió que les dieran los papeles que necesitaba», algo que hace sospechar a los vecinos de que detrás de lo que sucedió puede haber «algo raro».

«El problema es que nosotros no tenemos dinero para mantener a ningún abogado. Si esto sigue así pediremos uno de oficio», explica una de las afectadas que sigue luchando para «que nos devuelvan lo que es nuestro».