Tocado y apurando sus opciones UEFA

Otra vez el Zaragoza y otra vez en crisis. No tan grave como cuando el Cádiz recibió a los maños en la primera vuelta, pero sí tocados por la derrota el pasado miércoles en la final de la Copa del Rey, donde casi dijeron adiós al tren europeo. A los de Víctor Muñoz sólo les queda aferrarse a un milagro para entrar en la próxima edición de la Copa de la UEFA, ya que actualmente se encuentran en tierra de nadie en la tabla clasificatoria, con 42 puntos, a nueve del sexto y a diez del descenso. La irregularidad y los nervios en sus últimos partidos como local han terminado pasándoles factura. Ni la contundencia de Álvaro y Milito en el centro de la zaga, ni el exquisito trato de balón de Celades, Óscar, Savio o Cani, ni la velocidad endiablada de Ewerthon y Milito se han librado esta campaña de la exigente afición maña, algo que ha ido minando poco a poco la moral de un equipo que no gana en La Romareda desde el 6-1 copero al Real Madrid (8 de febrero). Un lastre demasiado grande. Por ello, la principal obsesión blanquilla en estos momentos es terminar de golpe y porrazo con esta racha negativa y generar un nuevo punto de inflexión en el que los 30000 seguidores que se desplazaron a Madrid vuelvan a recuperar la ilusión.

LA PORTERÍA

Por fin tienen un portero de garantías

Desde que el mítico Andoni Cedrún abandonara la disciplina del Zaragoza, no había aterrizado en La Romareda un portero de plenas garantías que le prive de cualquier susto a lo largo de la temporada. Ni Luis García ni Valbuena supieron sostener los ataques de los rivales el año pasado. Sin embargo, este año cazaron bien en el mercado para hacerse con un portero de los más seguros de España, pero que ha vivido su época dorada del fútbol a la sombra de Casillas. El ex madridista César aporta sobriedad, reflejos y dotes de mando en el área. Además, es un especialista atajando penaltis, aunque a veces le falta temple como demostró con su absurda expulsión del miércoles.

LA DEFENSA

De la eficacia de Milito a la anarquía de Toledo

Contra viento y marea Víctor ha confiado en el mismo bloque de jugadores. La defensa tiene en Álvaro y Gabriel Milito una pareja de centrales de garantías. Conjugan contundencia en el juego aéreo -donde también tienen mucho peligro en las jugadas ofensivas de estrategia- con férreos marcajes, imponiendo su ley allí donde comienza su área grande. En los laterales, un pivote reconvertido como Ponzio y Delio Toledo han sido los hombres más utilizados, aunque Víctor podría usar a Cuartero para repartir esfuerzos tras la Copa. La garra del argentino y la habilidad del paraguayo en el golpeo de balón a larga distancia quedan empañados por su anarquía y su incapacidad para sujetar con precisión a cualquier extremo medio habilidoso.

EL MEDIO CAMPO

Juego en corto y buena lectura entre líneas

Movilla, Zapater, Generelo y Celades forman el cuarteto de mediocentros del Zaragoza y Víctor los alterna en función del rival al que se mide. Todos son jugadores de corte defensivo, pero su excelente juego de toque en corto facilita fluidez a la hora de enlazar con la media punta; el verdadero peligro emerge por las bandas, donde tanto Savio u Óscar por la izquierda, y una de la revelaciones de la Liga, Cani, por la derecha, lanzan continuamente verticales hacia el arco rival.

LA DELANTERA

Milito-Ewerthon, una sociedad temible

Una de las claves del resurgir del Zaragoza en Liga estuvo en la sociedad atacante que se inventó Víctor Muñoz. Adelantó a Ewerthon como segundo delantero para acompañar a Diego Milito y las chipas saltaron en forma de gol desde un principio. Veinticinco acaparan entre los dos, catorce el argentino y once el brasileño. Conjugan velocidad, inteligencia en los desmarques y un gran golpeo de balón. También podría tener su oportunidad de inicio Sergio García, que dejó su selló en el Pizjuán y al que el técnico catalán otorgaría continuidad en un año en el que no ha sido todo lo regular que se esperaba.