Jerez

El río Guadalete sigue abandonado casi veinte años después de iniciar el plan de recuperación

El tramo en peor estado se encuentra entre Arcos y Jerez, con aguas contaminadas y basura en la ribera Las actuaciones han dejado de lado la recuperación de las márgenes y nueve pueblos no depuran

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El dictamen de la extinta Confederación Hidrográfica del Guadalquivir es demoledor. El río Gudalete continúa siendo uno de los más contaminados de Andalucía, sobre todo en su tramo final entre Arcos y la desembocadura, donde presenta una importante carga de contaminación orgánica, según reza un informe de calidad de aguas realizado en 2005 por el organismo, antes de su traspaso a la Junta de Andalucía, que lo gestionará a través de la Agencia Andaluz del Agua.

A este informe sobre la calidad de aguas, se agrega la deplorable apariencia de las orillas del río, que acumulan todo tipo de desperdicios y basuras. principalmente en los tramos más cercanos a los núcleos urbanos de la cuenca.

PLAN SIN EFECTO

MÁS DEPURACIÓN

La falta de depuradoras, la presencia de industrias contaminantes, la ocupación ilegal de sus orillas y sobre todo, la dejadez de las administraciones son las culpables de esta situación. Los efectos del «Plan de Saneamiento Integral de la Cuenca del Guadalete», aprobado en 1988 por el Parlamento de Andalucía, son difíciles de observar, según recalca Antonio Figueroa, de Ecologistas en Acción.

A pesar del ingente esfuerzo destinado a la construcción de depuradoras, donde se ha invertido más de 115 millones de euros, localidades como Alcalá del Valle, Algar, Benaocaz, El Bosque, Espera, Prado del Rey, San José del Valle y Puerto Serrano continúan sin depurar sus aguas residuales, vertiéndolas directamente a la cuenca del Guadalete.

«Este plan se basaba en tres puntos: la mejora de la calidad de las aguas, la recuperación de los bosques de ribera y perseguir la ocupación de las orillas», señaló Figueroa. «Sólo se ha cumplido parcialmente en lo que se refiere a la calidad del agua; el resto es ficción», destacó el integrante de la plataforma ecologista. Para corroborar su afirmación, LA VOZ ha recorrido los 138 kilómetros del río, desde su nacimiento hasta su desembocadura, encontrando un paisaje bastante dantesco y sobre todo, hediondo.

CUENCA ALTA

Desvío en Grazalema

La cuenca alta del Guadalete, entre su nacimiento en la Sierra de Grazalema y Puerto Serrano, concentra los tramos en mejor estado de todo su curso. El único lunar se encuentra en Grazalema, donde la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Cádiz ha abierto diligencias por unas obras de encauzamiento realizadas a su paso por la localidad.

La actuación de la Fiscalía se ha producido a instancias de Ecologistas en Acción, que denunciaron que el río «ha sido desviado y se ha convertido en un canal de rocas y hormigón».

Los ecologistas también denunciaron la construcción de 18 viviendas en terrenos de servidumbre del río, que según indicaron, «han modificado el régimen hidráulico del río, creando un riesgo de desbordamiento inexistente.

Tanto la Confederación Hidrográfica como la Consejería de Medio Ambiente procedieron el pasado mes de octubre a paralizar los trabajos, que según la organización ecologista, podrían ser perseguidos por la vía penal.

CURSO MEDIO

Empeora la calidad del agua

La situación medioambiental del Guadalete comienza a empeorar a medida que deja Puerto Serrano. Precisamente en esta localidad la ribera del río presenta una gran acumulación de desperdicios y basuras de todo tipo.

Pero es a partir de Arcos de la Frontera donde se concentran todos los problemas. Sillones, latas, electrodomésticos, y hierros de todo pelaje se alternan en el paisaje con bolsas de basuras y plástico. La contaminación no sólo se ve, sino que se huele. Según el informe, éste es uno de los tramos con mayor concen tración de contaminación orgánica de toda Andalucía, una polución asociada a las aguas residuales de los núcleos urbanos, que recoge los vertidos de la industria.

La estación de medición situada en la Junta de los Ríos también ha detectado contaminación por nitratos, ligados a abonos y productos fitosanitarios empleados en la agricultura.

Los bosques de ribera autóctonos dejan paso a los eucaliptos, plantados a mediados del siglo pasado por el Ministerio de Agricultura. «Son muy perjudiciales, porque chupan todo el agua e imposibilita el crecimiento de especies otras especies autóctonas», señaló Figueroa.

A esta circunstancia se agrega la sedimentación de lodos arrastrados desde las numerosas graveras situadas en el margen del río, que atoran el cauce y agravan el peligro de desbordamiento en caso de crecida.

DESEMBOCADURA

El culebrón del Azud de El Portal

El tramo final del Guadalete resume todos los males de su curso, a pesar del influjo de la depuradora de El Portal, que limpia los vertidos de Jerez. Aguas hediondas y turbias, basura en el margen y ocupación de la ribera por todo tipo de ganado marcan el recorrido hasta El Puerto.

Y para colmo, la barrera del azud de El Portal, cuyas obras de reforma fueron paralizadas hace un año, al aducir la constructora que era necesario redactar un nuevo proyecto. Desde entonces, el río transcurre en ese tramo por una corta provisional en la que se acumula maderos y hasta una rueda de tractor.

La obra supondrá instalar un tramo móvil que permita desaguar en caso de avenida para evitar que el Guadalete se desborde. Es el último clavo en la cruz de un río que ya corre herido antes de morir en El Puerto.