DOS CABEZAS. El presidente ejecutivo del PP, Mariano Rajoy, con el presidente fundador, Manuel Fraga, en una reciente reunión.
ESPAÑA

La larga sombra de Fraga

El regreso del fundador del partido condiciona los debates en la dirección del PP y resta protagonismo a Rajoy al ocupar el lugar de la presidencia

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«Él lo hace con la mejor intención porque cree que así ayuda», explica un correligionario del fundador del PP que muestra su indignación por la reciente intromisión del veterano político en la vida del partido. «Eso no se lo hacía a Aznar porque cuando él estaba no venía a las reuniones», recuerda y se queja de que Fraga está perjudicando seriamente a Mariano Rajoy porque le resta protagonismo al ocupar su lugar en la presidencia.

Incomodidad

Esta opinión es compartida por otros compañeros que relatan la incomodidad del líder del partido cuando tiene que posar ante las cámaras bajo la presidencia del fundador en las reuniones de los órganos colegiados de dirección.

«Interviene en cada informe, lo apostilla todo y siempre tiene algo que decir o una batallita que contar», apunta uno de los dirigentes que asistió indignado a las exposiciones de Fraga en la última reunión del comité ejecutivo, celebrada en vísperas de la entrevista de Rajoy con el presidente del Gobierno.

En esa sesión, el político gallego «habló muchísimo» -según sus compañeros-, defendió brindar un apoyo incondicional a José Luis Rodríguez Zapatero y sostuvo una actitud muy colaboradora y optimista ante el alto el fuego, precisamente la contraria de la que manifestó minutos después de hacerse público el comunicado de ETA, que calificó de «mala noticia».

A causa de su conocida y atropellada retórica y las consabidas huellas de la edad en el tono de voz, no todos suelen comprender la totalidad de sus argumentos. Algunos dirigentes creyeron entender que proponía que José María Aznar debería aprovechar su amistad con el primer ministro británico, Toni Blair, para pedirle información de sus conversaciones con Rodríguez Zapatero sobre ETA.

«Lo peor es que Fraga agota los debates», comentó uno de los 'hijos políticos' del anciano dirigente. «Después de que él habla nadie se atreve a intervenir», explicó y atribuyó al protagonismo del fundador la magra lista de dirigentes -dos- que pidieron la palabra en la reunión del pasado lunes, cuando se preveía propicia para una prolongada discusión sobre la situación política creada por la tregua.

Sin prisas

Esta experiencia no fue la única porque, durante la convención, 'Don Manuel' también rompió moldes en la reunión que celebró el comité ejecutivo. «Teníamos mucha prisa para poder seguir la agenda pero él se empeñó en revisar todos los detalles del documento que teníamos que aprobar», explica una 'ejecutiva' que recuerda la inmensa paciencia que derrochó el secretario general atendiendo a todas y cada una de las objeciones e interrupciones de Fraga.

Como Ángel Acebes, no son pocos los dirigentes populares que llevan con resignación la nueva situación, se muestran comprensivos y defienden el derecho del fundador al máximo respeto de todos los miembros del partido.