La temporalidad laboral afecta al 71% de los trabajadores gitanos

En España existen 475.000 gitanos mayores de 16 años. De ellos, el 14% se encuentra en paro y el 60% ocupado y, entre estos últimos, por cada 10 trabajadores con contrato, siete tiene un compromiso temporal. Los datos figuran en un informe sobre Población gitana y empleo realizado por la Fundación Secretariado Gitano, cuyos resultados permiten por primera vez establecer comparaciones con la población general, a la vez que servirán de soporte para políticas de apoyo al colectivo. La investigación, basada en una encuesta directa a 1.500 personas y en diversos datos procedentes de 7.000 personas, sigue los indicadores de la Encuesta de Población Activa (EPA), hecho que permite relacionar los resultados con la situación del conjunto de la ciudadanía. El informe abarca hasta el cuarto trimestre de 2004, pero sus autores aseguran que su proyección sobre 2005 apenas supone cambios.

Los resultados desmantelan tópicos arrastrados desde hace tiempo y demuestran que el gitano «no es un vago» sino «una persona que quiere trabajar» lo que le convierte en «un potencial de activo de gran importancia para el mercado laboral». Algunos de los datos que confirman esa inquietud profesional radican en que su población inactiva es del 31%, tasa menor que la del conjunto, situada en el 44%. Tan sólo el 11% de las personas inactivas gitanas son jubiladas, mientras que en España los retirados suponen el 30% del total.

El gran problema que padece esta etnia es el temprano abandono de los estudios académicos lo que condena a sus miembros a trabajos de baja cualificación, subempleos, marginación y paro. Siete de cada 10 gitanos mayores de 15 años son analfabetos absolutos o funcionales. A esto, se suma el hecho de que el 45,4% de las personas encuestadas manifestó sentirse discriminado.

En un primer análisis, la tasa de paro de los gitanos sólo supera en 3,4 puntos el porcentaje de la población total, pero el informe advierte de que ese índice puede ser mucho mayor, dado que un 25% de los trabajadores gitanos se considera ocupado por colaborar en la actividad económica familiar, situación no normalizada. Esta cooperación se refiere, en su inmensa mayoría, al desarrollo de la venta ambulante.

Mayor regularización

Precisamente, entre los asistentes a la presentación del informe estuvo el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, quien aseguró que los problemas generados por ese tipo de comercio se encuentran en «su fase final». Adelantó que el futuro Estatuto del Trabajador Autónomo incluirá «soluciones para la regulación del desarrollo de esta actividad». El informe aclara que la colaboración en la actividad económica familiar es asimilable a las características que presenta un número importante de empresas de escasa rentabilidad y formalización.