El presidente se inventa la 'Liguilla de la muerte'

Temporada nefasta. Todo el año colista con unos números pésimos. El Cádiz ya planificaba su temporada en Segunda, pero de nuevo Irigoyen quemó todas sus naves y logró evitar el descenso. Por primera y única vez en la historia de la Liga, ese año constaba de una temporada regular pero se jugaba el título mediante la fórmula de los playoffs. Por la zona de abajo también se disputaba la salvación de la misma manera. El Cádiz quedó último en la primera fase y de nuevo colista entre los seis últimos.

Pero la jugada no estaba del todo clara. Al principio estaba previsto que bajaran dos equipos, pero al final se decidió que descendería uno, por supuesto el Cádiz. Irigoyen, con mucha mano en la Federación, se quejó amargamente de que no estaban claras las reglas y señaló que su equipo se resignó antes de tiempo al descenso en cuanto vio que no tenía opciones de alcanzar al antepenúltimo.

La Federación aceptó la demanda del presidente cadista, que inventó otro playoff que pasaría a la historia como la Liguilla de la muerte. Los tres últimos se enfrentaron y los amarillos, con dos empates ante Osasuna y Racing, mandaron a los montañeses a Segunda División.