CÁDIZ

El radar caza a dos mil conductores en un mes y recauda casi 220.000 euros

La Policía Local pone una media de 70 multas al día por exceso de velocidad Taxistas y usuarios muestran su malestar por el «desmedido» control

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La Policía Local caza a diario, con el radar que puso en funcionamiento hace un mes, una media de setenta conductores que sobrepasan el límite de velocidad permitido en la ciudad, lo que supone unos ingresos municipales de casi 9.800 euros al día, si se tiene en cuenta que cobra una media de 140 euros por cada infracción. De seguir en esta línea, el Ayuntamiento se embolsaría al año unos 3.528.000 euros. Aunque las fuentes oficiales prefieren no desvelar, de momento, el número de multas por esta infracción, LA VOZ ha conocido que por turno (mañana y tarde) los agentes suelen poner una media de entre 30 y 40 multas diarias.

Esta medida, que ya está en funcinamiento en otras provincias, ha provocado quejas entre los conductores y, sobre todo, en el colectivo de taxistas que considera «desmedido» el control. De hecho, alguno de estos automovilistas ya han tenido que desembolsar en el Ayuntamiento el importe de más de una multa que, en el caso de pagarse en el plazo de tres días, suele rebajarse a 105 euros. De la misma manera este sector se está planteando la posibilidad de convocar una manifestación por la Avenida conduciendo a 50 km/h como medida de protesta.

El Ayuntamiento justifica estamedida argumentando que la velocidad de 50 kilómetros hora es la genérica para todas las vías urbanas y asegura que el afán del Ayuntamiento de Cádiz «no es coercitivo ni recaudatorio», ya que la velocidad a la que salta el radar es a la de 62 kilómetros hora, «por lo que existe un margen de permisividad del 20%». En este sentido, señala que «si se sobrepasa la velocidad permitida, se multa en la ciudad de Cádiz y se multa también en autopistas y autovías».

Para el Ayuntamiento, «circular sobrepasando los 62 kilómetros por hora no tiene justificación alguna» y para ello recuerda que en el año 2004 fallecieron dos personas en accidentes de tráfico por exceso de velocidad y en 2005 fueron seis. «En sólo un año las estadísticas se han triplicado, y el Ayuntamiento tiene la responsabilidad de tratar de evitarlo», añaden. Además -explican fuentes municipales- que, según la DGT, el impacto sobre un peatón a 50 kilómetros hora es grave, «pero a más velocidad es gravísimo». También enfatiza que el Misnietrio del Interior ha anunciado que va a reformar la ley para que los que sobrepasen los 50 kilómetros hora puedan tener condenas de prisión.

Al mismo tiempo, destaca que el dispositivo de radar está homologado y a la vista, tanto que, «cuando se coloca en una de las dos avenidas -porque está demostrado que son los lugares en los que se producen más excesos de velocidad, donde hay más peligrosidad, más colisiones y más atropellos por este motivo- los agentes llevan además de su uniforme, petos fluorescentes que destacan su presencia y que el radar está colocado a la vista de todos los conductores y peatones, en la vía pública, para que se vea lo que hay porque no hay ninguna intencionalidad de que sea un elemento coercitivo sino disuasorio para concienciar, para que los ciudadanos cumplan las normas».

«Es más -señalan- no existe obligación alguna para que se señale que existe un radar en la ciudad ni siquiera para señalar dónde está». No obstante, el Ayuntamiento va a colocar en las entradas de Cádiz discos que indiquen que la velocidad está controlada por radar, «con lo que se demuestra que no hay afán recaudatorio».

En cuanto a las quejas que apuntan a que el control se traslade a otras vías donde la velocidad máxima es de 20 km/h, «éstas - justifican- son las que están cerca de colegios y de espacios públicos, como parques y jardines, en los que hay peatones, niños jugando, etc. No hay justificación alguna para sobrepasar los límites de velocidad».

El radar se puso en funcionamiento el pasado 1 de marzo y se trata de un dispositivo que lleva incorporado un PDA (un aparato electrónico previamente programado), de forma que el agente puede grabar «automáticamente» a aquellos vehículos que superan el límite de velocidad de la vía. La instantánea refleja el momento y el lugar de la ilegalidad, la distancia entre el agente y el automóvil, así como la velocidad genérica de la carretera y la del circulante.