RODOLFO SANCHO ACTOR

«Es una pena que sólo estén haciendo audiencia algunas series chabacanas»

El joven actor triunfa con el idealista personaje que encarna en la telenovela española 'Amar en tiempos revueltos'

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Es difícil encontrar buenos papeles, por eso Rodolfo Sancho disfruta con su personaje de Antonio, el idealista republicano que subsiste como puede en plena posguerra, de la exitosa teleserie Amar en tiempos revueltos. A sus 30 años, después de dos títulos en cine que pasaron desapercibidos -Pacto de brujas y Mucha sangre- asegura que más vale hacer buena televisión que mal cine. De hecho, defiende la telenovela de la cadena pública por su buena factura, un culebrón que engancha, como los latinos, pero hecho con rigor y mucha dignidad.

-Su personaje, Antonio, obrero, republicano, con ideales, tiene una conflictiva relación con una mujer de la alta burguesía, Andrea, y de una familia conservadora ¿Una situación así tiene final feliz en plena posguerra o se trata de una barrera infranqueable en aquel tiempo?

-En este país son unas murallas difícil de subir. La gente vivía sus vidas a escondidas o se iban a otros países. Con los antecedentes de Antonio, sargento del Ejército de la República, era difícil que se cumpliera ese amor.

-¿Tiene algún punto en común con su personaje?

-Siempre hay algo porque uno siempre aporta el alma al papel que interpreta. Yo soy también muy luchador, en otra medida y con otras circunstancias, y también noble, al menos eso creo.

-El personaje que usted encarna en la serie es todo un bombón para un actor.

-Es un antihéroe, un romántico, el mejor personaje que he hecho. El más agradecido por los conflictos y fisuras internas. Es un papel rico, un perdedor a fin de cuentas, porque sus ideales estaban muy en contra de la España de aquel tiempo.

-¿La relación de Andrea y Antonio hubiera llegado hoy a buen puerto?

-Ahora es más factible, porque las clases están más equilibradas (hasta cierto punto) y hay más clase media. Pero tampoco hubiera sido un camino de rosas. Por el problema de clases y, fundamentalmente, por el dinero.

-¿Conocía las circunstancias de la época o la serie le ha servido para descubrir la España de la posguerra?

-Todos tenemos algún familiar que lo vivió. Mi abuela, que contaba algunas cosas, y mi hermano, que es licenciado en Historia y con el que he hablado mucho de la Guerra Civil. Pero los detalles concretos los estoy conociendo ahora. Detalles como el de que la mujer adúltera iba a la cárcel y el hombre no. Son detalles que son difíciles de encontrar en cualquier libro.

-La serie empieza al final de la República. ¿Qué opina de ella?

-Íbamos por muy buen camino y España sería hoy otra sin los cuarenta años de franquismo.

-¿Cree que la serie puede molestar hoy a sectores conservadores?

-Sin duda porque, además, la derecha se molesta con mucha facilidad. Ya he oído a señoras que me dicen por la calle 'éso no era exactamente así'. Pero es la historia. No quita que hubiera excesos, gente mala y buena en ambos bandos.

-¿Te ha dado alguna oportunidad el hecho de ser hijo de Sancho Gracia?

-Esto es un trabajo duro y tanto en el arte como en el deporte si no corres mucho no te contratan. Al final yo me enfrento a un plano corto y tengo que saber hacerlo.