CINE

El Festival de Málaga acaba con un adiós emocionado a De la Iglesia y Rocío Dúrcal

La gala de clausura, presentada por Anabel Alonso y Fernando Tejero, se convirtió en un improvisado homenaje al director y la cantante

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El Festival de Cine Español de Málaga se cerró anoche con un improvisado homenaje y un emocionado adiós a dos figuras desaparecidas durante la celebración de esta novena edición del certamen, el director Eloy de la Iglesia y la actriz y cantante Rocío Dúrcal.

Los presentadores de la gala de clausura, Anabel Alonso y Fernando Tejero, recordaron en los primeros compases del acto a De la Iglesia, "un hombre íntegro que siempre miró con rabia y desafío a la vida", y a Dúrcal, "que seguirá siendo más bonita que ninguna", dijeron parafraseando una de sus canciones más conocidas, y el público respondió en pie con una ovación de varios minutos.

Pero la fiesta anual del cine español debía continuar y por el escenario del Teatro Cervantes pasaron para entregar los premios profesionales como Cecilia Roth, Imanol Arias, Jaume Balagueró, Juan Cruz, José Corbacho, Francisco Ramos, Ana Fernández, Juanjo Puigcorbé, Loles León, Pepón Nieto, Mariola Fuentes, Marián Aguilera, Pablo Puyol o Mirtha Ibarra, entre otros.

El director Gerardo Herrero, ganador de la Biznaga de Oro al mejor largometraje por Los aires difíciles, dedicó el premio a sus actores y a la "buena gente" de Zahara de los Atunes y Barbate (Cádiz), donde rodó la película.

Por su parte, el actor Carlos Iglesias, cuya primera película como director y guionista, Un franco, 14 pesetas, ha conseguido los premios del público, al mejor guión novel y a la mejor fotografía (Tote Trenas), expresó su "orgullo por haberles contado un pedacito de la historia de España que no estaba contada". "Esta historia se gestó hace muchos años, la llevaba en el alma y de vez en cuando dolía, pero la herida se curó con los aplausos del público tras presentar la película", dijo Iglesias, que vivió en su infancia las experiencias de los emigrantes españoles a Europa.

Casi todo el elenco principal de La dama boba, de Manuel Iborra, subió al escenario para recoger los premios concedidos a Silvia Abascal -mejor actriz-, Macarena Gómez -mejor actriz de reparto- y el cubano Roberto Sanmartín -mejor actor de reparto-.

El único premio de interpretación que se les escapó fue el de mejor actor, por El triunfo y Remake, para Juan Diego, quien lo dedicó "al primer director con el que rodé" (Eloy de la Iglesia, en Fantasía... 3) y a una chica "más bonita que ninguna", en alusión a Rocío Dúrcal.

Pero la gran revelación de esta novena edición del certamen fue, sin duda, el debutante Daniel Sánchez Arévalo, que, con Azul oscuro casi negro ha conseguido el premio especial del jurado, el premio de la crítica y el premio al mejor guión, con lo que continúa en el largometraje por la misma senda exitosa que frecuentó en el cortometraje.

El Festival de Málaga se clausuró finalmente con la foto de familia de rigor en la que se situaron los premiados y con un primer balance ofrecido en tono jocoso por Anabel Alonso y Fernando Tejero: novecientos periodistas, 85.000 espectadores y 64 comas etílicos han sido algunas de las cifras registradas.