Modernidad bioética

Hasta la prensa considerada de centro-derecha ha elogiado sin ambages la nueva ley de reproducción humana, que ha sido aprobada por el Congreso de los Diputados -falta aún su trámite en el Senado- y que permitirá la selección de embriones para tener hijos que se conviertan en potenciales donantes de tejidos y órganos a sus propios hermanos, en línea con normas avanzadas que ya rigen en Bélgica, Estados Unidos o el Reino Unido. Como procede en estos asuntos de gran delicadeza, la norma es muy estricta, establece estrictos controles y prohíbe taxativamente, como es natural, la «clonación de seres humanos con fines reproductivos», aunque elimina ciertos obstáculos que dificultaban la investigación con células madre procedentes de embriones donados por sus progenitores para tal fin. El Partido Popular -junto a la democristiana Unió Democrática- se ha opuesto a la norma, en clara supeditación a las posturas eclesiales (la Iglesia ha calificado esta ley de «OPA hostil contra el hombre»). Convendría que los populares meditaran si les conviene este alineamiento permanente, que impide totalmente que el centro-derecha español pueda ampararse bajo la etiqueta liberal.