Sociedad

Amor al límite de la legalidad

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En temas amorosos, siempre se puede ser más drástico a la hora de demostrar que se está hasta los huesos. Al margen de las avionetas con mensajes y los zepelines, hay planes aún más arriesgados, en la frontera de la ilegalidad.

Una de estas hazañas amatorias, fruto de un sentimiento de amor y cadismo irrefrenable, y nada recomendable, sería saltar al césped del Carranza con un mensaje que diga «Mari: tú y el Cádi sois lo primero». Eso sí, el amante espontáneo se expone, además del escarnio, a una multa considerable. Al famoso Jimmy Jump, le cayeron 8.000 euros por hacer lo propio en un partido de tenis.

Más discreto pero menos molesto para la cuidadanía sería colgar una gran lona con mensaje cariñoso del Puente Carranza, aunque represente una acción ilegal, ya que el amante se puede enfrentar a multas por transitar por una zona no permitida y por utilizar espacios públicos para sus mensajes privados.