«Quiero legalizar mi vivienda»

El caso de Inmaculada no es ni mucho menos único en una ciudad como Chiclana, donde en los últimos años ha proliferado la autoconstrucción de viviendas y donde por cualquier rincón del extrarradio pueden encontrarse viviendas levantadas sin licencia.

«A nosotros no nos cogió por los pelos», confiesa a LA VOZ la propietaria de una vivienda de 100 metros construidos dentro de una parcela tipo de 500 m2 ubicada en la zona de Palillejo, cerca de El Sotillo y Las Veguetas. «Si nos lo pensamos dos meses más el Registro no nos inscribe el indiviso».

Se refiere Inmaculada a la adquisición de su parcela, lo único que esta chiclanera de nacimiento que residía hasta el pasado año en Panzacola tiene a su nombre ya que actualmente su casa no figura como construida en ningún papel.

«Nos costó 6 millones de pesetas y hacer la casa ocho millones y medio, más casi otro millón y medio de la valla; ahora dicen por ahí que puede valer casi 35 millones de las antiguas pesetas»; con esa franqueza, Inmaculada no oculta su satisfacción por haberse «ido a vivir a un sitio muy tranquilo», pero recalca que en cuanto pueda la regularizará.

«Tener papeles es mucho mejor», añade una de las miles de propietarios de una edificación irregular en el municipio chiclanero, que además no tiene reparos en admitir que engancha el suministro eléctrico junto a su vecino de un poste de Sevillana y que recuerda que «cuando mi marido y yo compramos la parcela dijimos, bueno, pues a ver que pasa con el Plan General, y por eso decidimos no acudir a la Gerencia a iniciar los trámites para legalizarla, pero creo que aunque haya que pagar una multa algún día habrá que hacerlo».