El juez mantiene la imputación de homicidio imprudente

Homicidio imprudente. Ese el presunto delito que se les imputa a los cuatro policías de Marbella que intervinieron en la detención del ciudadano belga que murió el pasado lunes en una céntrica calle de la ciudad.

El Código Penal establece para este delito una pena de entre uno y cuatro años de prisión. Si existe una imprudencia profesional, además, prevé una inhabilitación accesoria de entre tres y seis años. No obstante, la imputación final, si se produce, podría rebajarse incluso a lesiones.

Los resultados provisionales de la autopsia, que permitieron descartar que la víctima falleciera a raíz de lesiones producidas por la actuación de los policías, ha permitido al juez descartar la hipótesis de un crimen doloso, lo que no sólo evita la posibilidad de que los implicados puedan ser condenados a penas altas, sino que además descarta que sean sometidos a un juicio con jurado. Según fuentes judiciales, esta posibilidad hubiese sido la más desfavorable para los policías, debido a la repercusión mediática que tienen los asuntos relacionados con Marbella.

La abogada que defiende a los cuatro imputados, Regina Román, aseveró ayer que «en el peor de los casos» sus defendidos podrían ser acusados por homicidio imprudente.