ALICE LIDDELL

La maravilla de Lewis Carroll

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La musa más famosa de la literatura victoriana tenía apenas diez años cuando pidió a un amigo matemático de su padre que le contara un cuento. Era «una tarde dorada» y Charles Dodgson, el hombre que se vestiría de Lewis Carroll para escribir Alicia en el País de las Maravillas, merendaba con su amigo Henry Liddell, decano del Christ Church College en Oxford.

A menudo atormentado por las extrañas relaciones compulsivas y estériles que entablaba con niñas, para Prose «llamar pedófilo a Charles Dodgson no es sólo malinterpretar y simplificar su relación con Alice, sino también negar la complejidad de la misma, su profundidad y su particularidad esencial».

También sucumbieron al encanto de la niña John Ruskin, otro colega de su padre, y hasta Julia Margaret Cameron le tomaron varios retratos. El último de sus admiradores, ya adulta, fue el mismísimo hijo menor de la reina Victoria, Leopoldo que no pudo desposarla por la oposición de la monarca.

Casada con Reginald Gervis Hargreaves a la edad de 28 años, el azar hizo que fuera Dogson quien de manera indirecta la librara de sus penurias tras quedar viuda. El manuscrito de Alicia en el país de las maravillas se vendió por más de 75.000 dólares. Con los años, el beneficio de su relación con el escritor superó lo económico, gracias al doctorado honorífico en musología que le concedió la Universidad de Columbia.