Sociedad

Un paisano se convierte en el nuevo jefe del lujo mundial Su particular 'escuela de chefs'

Por primera vez en los 52 años de historia de Relais&Châteux, la cadena hostelera más distinguida del mundo, un español se convierte en presidente: Jaume Tàpies

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Hijo y nieto de hosteleros, este leridano de 38 años, entregado en cuerpo y alma al lujoso mundo de los hoteles de la cadena Relais&Châteaux, no sabía lo que era vivir en casa propia (porque nunca nunca moró fuera de la habitación de su hotel El Castell de Ciutat) hasta que hace dos meses tuvo que montar la suya en París. Y es que, en no-viembre, fue nombrado en Ginebra presidente de la cadena que integra 453 establecimientos, entre hoteles y restaurantes, repartidos en los cinco continentes.

Tiene el don de lenguas, indispensable en este oficio (habla siete idiomas) y durante ocho años desempeñó el cargo de secretario general de la asociación, pero su amor por los Relais&Châteaux le viene de lejos, cuando una tarde de su niñez (1982) le llegó a su padre la noticia de que su hotel, el cuidado y bonito Castell de Ciutat, había sido admitido en la cadena de los Relais&Châteaux, algo así como entrar en el paraíso del mundo de la hostelería.

Fue el primer hotel español que formó parte de la prestigiosa cadena que nació en Francia en los años sesenta, para cubrir una ruta de lujo, la que iba de París a la Costa Azul, y para dar satisfacción hotelera a los exquisitos y exigentes viajeros que no se conformaban con dormir en cualquier sitio.

Crecimiento hotelero

La cadena contó en un principio con siete hoteles en la ruta de lo que hoy es la nacional siete de Francia. Primero tomó el nombre de Les Relais du Campagne. Paralelamente surgió otra asociación, la Châteaux-Hotêls (pura competencia), que se integró, en 1975, en lo que hoy es Relais&Châteaux-Relais Gourmands, porque en 1972 decidieron incorporar a la cadena las «mejores mesas del país» y cuya regla no escrita es que deben tener un nivel culinario mínimo equivalente a dos estrellas Michelín. El brillo de todos los Relais se los dan las 300 estrellas con que cuentan sus hoteles y restaurantes.

Para entrar en el club, el establecimiento tiene que contar con la personalidad de la familia que lo lleve, además de ser el más reputado de la región. «A los Relais -dice Tàpies- no se viene sólo a que le den un servicio; lo que el cliente busca es una experiencia, unas emociones y aquí lo encuentran porque todos los que trabajan en ellos son unos apasionados de la profesión».

Tàpies ha vivido de hotel toda su vida y se siente muy identificado con ese art du vivre tan peculiar de los Relais, logrado a base de un cuidado y esmerado servicio, un carácter innovador en sus habitaciones y una sofisticada y buena cocina.

Ningún Relais&Châteaux puede contar con más de 100 habitaciones, para que la atención al cliente sea exquisita y tanto restaurantes como hoteles se someten a inspecciones anónimas realizadas por la cadena.

Además, piden la opinión de los huéspedes mediante formularios, para ver si realmente se cumplen los requisitos de las cinco palabras que en francés empiezan con c y que son dogma de la casa: cortesía, charme (encanto), carácter, calma y cocina.

«El que un español sea ahora el presidente -asegura Tàpies- supone un paso importante para la internacionalización de esta asociación, que se ha convertido en una cadena de referencia mundial de pequeños hoteles, todos diferentes, con encanto y de restaurantes de alto nivel.

En España, la hostelería pequeña ha tardado en desarrollarse porque el auge de los sesenta se debió a un turismo de masas, muy rentable. «Aún recuerdo -prosigue- el interés que tenía mi padre por el hotel. En 1970 todas las habitaciones tenían televisión, mueble bar... y la gente lo trató de loco por poner lujos en un pueblo perdido del Pirineo». «Nuestro empeño -asegura Tàpies- es reinventar permanentemente nuestro éxito. Ahora estoy haciendo una reflexión filosófica acerca de dónde estaremos dentro de diez años y a dónde queremos llegar. De momento sí tengo claro que en España ha de haber más Re-lais&Châteaux, que entre restaurantes y hoteles sólo hay 20. Pero lo que hemos incorporado, y con éxito, es nuestra particular escuela de chefs, porque hay clientes apasionados de la cocina que quieren participar en ella. Tienen que reservar plaza y por unos 1.600 euros podrán, durante cinco días, disfrutar de los fogones de un gran chef, como por ejemplo Juan Mari Arzak, ir al mercado con él o ver cómo programa los menús».