Macrofiesta... sin Mecano

Mucha niña mona». Así empezaba una de las canciones de Mecano.y era cierto. La discoteca light del Ayuntamiento, ubicada en el pabellón del colegio Salesianos, se convirtió ayer en un jardín de bellas niñas, de 14 a 16 años, que vestían ropas más propias de verano que de las gélidas temperaturas invernales. Las cortas faldas y las botas de tacón con una buena delantera era el modelo que se estilaba en la macrofiesta entre las féminas. Mientras que entre los chicos los pelos de punta y el pantalón tres tallas mayores definían su estilismo con un aire David Beckham.

La letra sigue para decir ... «pero ninguna sola». Se equivoca. Hasta las 23.00 horas, chicos y chicas no empezaron a mezclarse entre ellos y a disfrutar al unísono de la música con coreografías improvisadas y bailes desenfadados. Sin embargo, muy pocos estaban apoyados en la pared ya que la música les invitaba a desmelenarse por una horas. Así, desde las 22.00 hasta 01.00 horas los jóvenes disfrutaron de una iniciativa pionera en España, que permite vivir las noches de los sábados sin beber alcohol hasta las trancas, como si fuese la última copa.

Un rato agradable

Sin embargo, más de uno reconoció que de no existir esta iniciativa se encontraría «tirado en la plaza Mina con los amigos bebiendo cerveza» sin parar. Todos ellos buscaban pasar un «rato agradable con los colegas» disfrutando de la música y por qué no de paso «ligar con alguna» o alguno. Y eso es lo que hizo más de uno no perdiendo el tiempo ni un instante entre abrazos y morreos llenos de lujuria y desenfreno.El cigarrillo brilló, además, por su ausencia como bien estipula en la nueva ley, pero no fue el único. El alcohol en la barra no estaba permitido sólo se podía tomar agua, coca-cola, refrescos y zumosa precios muy asequibles entre cincuenta céntimos y un euro.

«Luces de colores, lo pasaremos bien». Ni tanto. Las luces y máquinas de humos hicieron las delicias de los más jóvenes. Una fiesta, que reunió ayer a más de 570 jóvenes cuando el aforo es de 700, marcada por un djspeaker, seguridad privada, policía local, máquina de láser, seis mil vatios de sonido, guardarropa y mucha fiesta hasta que el cuerpo aguante.

Largas colas se formaron para entrar a la discoteca, pero nadie se coló de ahí que esta vez Ana Torroja se equivocase de lleno, ya que la seguridad se ha incrementado este año para evitar que más jóvenes o más mayores se colasen en la macrofiesta junto aun carné a prueba de falsificaciones y una pulsera para controlar la entrada y salida porque el año pasado con el sello se lo pasaban unos a otros. Asimismo, se incrementaba la seguridad para impedir el posible consumo de alcohol y droga, como reconoció un agente a este periódico, quien manifestó que «el año pasado se encontraron jóvenes en el servicio con drogas», de ahí que un guarda de seguridad estuviese en los aseos, pero la noche, no obstante, fue de lo más sana sin la música de Mecano.