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Concha

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TVE-1 ha retirado de la parrilla Mi abuelo es el mejor, el programa que presentaba Concha Velasco. Su audiencia ha sido tan baja que no ha llegado ni a las tres emisiones. Es el enésimo tropezón del nuevo equipo de TVE.

Sobre Mi abuelo es el mejor se han dicho algunas cosas que me parecen bastante fuera de razón. Por ejemplo, se ha reprochado la blandura sentimental de sus historias, pero la tele está llena de blanduras de ese género. También se ha criticado que Mi abuelo es el mejor fuera una apología de la familia y de la bondad, cosa que no deja de ser desconcertante.

Creo que lo que le ha fallado a Mi abuelo es el mejor no es tanto el contenido como su presentación. Un ejemplo: para homenajear a un abuelo, Concha hace entrar en el escenario a una nieta preadolescente que ejecuta un esforzado paso de baile. Estas cosas las hemos visto todos mil veces en las reuniones familiares y recuerdan aquella benemérita costumbre burguesa de hacer «que la niña toque el piano». Tiene su gracia, pero tanta domesticidad es letal para el espectáculo. En una televisión como la actual, lo más apropiado hubiera sido agrupar testimonios al modo de El diario de Patricia.

Otro ejemplo: el del ginecólogo Abelardo, que ha sido probablemente la mejor historia ofrecida por este programa. Abelardo ha atendido miles de nacimientos, ha dejado por todas partes una estela de admiración y cariño, es el ejemplo vivo de un hombre que se ha enaltecido a fuerza de sacrificio y servicio a los demás. Mi abuelo es el mejor tenía entre manos una historia perfecta para llenarla de testimonios, mostrar imágenes impactantes, echar mano de archivo histórico y, en fin, desplegar todo tipo de recursos. Pero limitó el asunto a la conversación, un tanto roma, de Concha con el protagonista. Por otra parte, un programa como este cabe mucho mejor en un horario específicamente familiar que en la noche de un día laborable. El caso es que TVE ni siquiera se han molestado en enmendar los fallos: el programa ha ido directamente al cementerio. Duro trabajo, el de la televisión.