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Robert Fisk

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Durante la guerra de Irak no sólo nos llegaba información de los medios de comunicación de España, en buena parte defensores de la postura del Ejecutivo del Partido Popular que gobernaba entonces, sino también de algunos periodistas españoles y extranjeros que hablaban desde el campo de batalla, es decir, desde Irak, que habían seguido las peripecias rocambolescas del emperador del mundo para justificar una guerra basada en una falsedad tras otra.

Entre los grandes pensadores, políticos y periodistas que nos informaron y nos siguen informando de los descalabros ideológicos de los invasores cabe citar entre otros al espléndido periodista Robert Fisk, que cada semana envió un artículo sobre la guerra a La Vanguardia de Barcelona.

Ahora, casi tres años después, Robert Fisk llega a España para presentar su libro La Gran Guerra por la civilización: la conquista de Oriente Medio, que ha publicado Destino. Es un volumen de 1.500 páginas sobrecogedoras en el que Fisk nos habla de las guerras por la civilización en nombre de las cuales se mata, se desestabiliza un país, se destruyen sus museos, bibliotecas, viviendas e instituciones, y se detiene a infinidad de los miembros de la sociedad que en nombre de la lucha contra el terrorismo son torturados y mantenidos hacinados en prisiones, sin acusación, ni juicio previsible. Fisk nos habla de los sangrientos avatares de una zona en permanente conflicto desde hace años en una crónica que va desde Argelia, Irán, Israel y Palestina, a Afganistán e Irak, pasando por los atentados del 11 de septiembre de 2001, y cuyos protagonistas, todos ellos entrevistados por el autor, son los mismos de esta historias: Sadam Husein, Jomeini, Sharon y Osama Bin Laden.

Una crónica periodística escrita por quien la vivió durante años, pero que es al mismo tiempo un relato histórico absolutamente documentado sobre lo que hemos vivido con estupor y pasión en las últimas décadas, y un testimonio de lo que es la vida de los corresponsales de guerra, que han de enfrentarse al horror, al dolor y a la muerte y que tantas veces acaban siendo víctimas de la misma guerra que pretenden denunciar.

Pero tal vez lo más importante de este maravilloso libro es que nos desvela los misterios de una zona convulsa cuya cultura consideramos de segunda, y denuncia el pensamiento y la codicia de quienes, arrogándose el derecho de hablar en nombre de la civilización occidental, destruyen una parte del mundo con el único afán de dominarla.

* www.rosaregas.net