ESPAÑA

Rajoy tacha a Zapatero de cobarde y le acusa de liderar la rebelión contra la Ley de Partidos

El Gobierno anuncia que no modificará la norma y espera iniciar «cuanto antes» un proceso de paz con ETA pese a las críticas del líder de la oposición

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Los cruces de acusaciones se acentúan cuanto más se aproxima la asamblea de Batasuna anunciada para el próximo día 21, y ayer el líder del PP, Mariano Rajoy, dio un claro ejemplo de la tensión que impera entre los grupos ante esta convocatoria.

En la segunda jornada de reflexión de la cúpula de su partido en Toledo arremetió duramente contra Rodríguez Zapatero, al que acusó de ser «un cobarde sin límites» tras anunciar el Ejecutivo que no modificará la Ley de partidos Políticos y que espera iniciar «cuanto antes» un proceso de paz con ETA. Por este motivo, acusó al presidente del Gobierno de liderar la rebelión contra la norma que él mismo votó en el Parlamento en una nueva «cesión a ETA» y «humillación» ante su brazo político.

Por este motivo, el PP acordó solicitar la comparecencia en el pleno del Congreso de Zapatero para que explique sus polémicas palabras y porque Rajoy -según confesó- quiere «debatir con él sobre este asunto». Además, pretende que el presidente aclare su «inquietante actitud», diga «por qué ampara el incumplimiento de la ley» y si «está en contra de la Ley de Partidos Políticos». La Diputación Permanente de la Cámara baja debatirá esta petición el próximo martes.

Para Rajoy, las de Rodríguez Zapatero son las más «graves» y «sorprendentes» declaraciones pronunciadas por un presidente del Gobierno en España. «Superan los límites de lo razonable», añadió el líder popular, y afirmó que suponen «un hecho sin precedentes en un país democrático y civilizado». Además, acusó al jefe del Ejecutivo de «amparar públicamente el incumplimiento» de la legislación y «liderar la rebelión contra la Ley de Partidos Políticos».

Sin «autoridad moral»

Después de que Zapatero calificase de «restrictiva» esta norma y defendiera el derecho de reunión, Rajoy cree que el dirigente socialista ya «no tiene autoridad moral para exigir a nadie el cumplimiento de la ley y de las sentencias de los jueces». Sin embargo, se mostró de acuerdo con Gregorio Peces-Barba, y anunció que, como él, el PP también instará a la Fiscalía a impedir la celebración de la asamblea de Batasuna. «Lo sorprendente es que ésa no sea la posición del presidente del Gobierno», señaló.

El PP relaciona las palabras de Zapatero con su intención de permitir la asamblea del partido ilegalizado para, en un proceso de decisiones similares, llegar a negociar con la banda terrorista la situación de los presos y el derecho de autodeterminación del País Vasco. Por eso, Rajoy calificó su actitud de «acto de cobardía sin límites» y señaló que supone «una humillación más ante Batasuna», que «confirma la política de cesiones de este Gobierno frente a ETA».

Esta «desfachatez» del presidente del Gobierno le parece al líder de la oposición muy perjudicial para la política exterior española, a la vez que se quejó también de que el Gobierno y el PSOE traten «mejor a Batasuna que al PP» y acusó a los socialistas vascos de criticar a los populares por pedir que se prohíba el acto político de la organización ilegalizada.

Por su parte, la vicepresidenta primera y ministra de la Presidencia aclaró que las críticas del presidente del Gobierno a la ley de Partidos no anticipan ninguna modificación de la norma y trató de desvincular el acto convocado por Batasuna de las esperanzas de paz que el jefe del Ejecutivo conserva «intactas». En este sentido, destacó que el Gabinete socialista «va a seguir trabajando por que ese horizonte vaya hacia delante, se traduzca en hechos que puedan determinar que cuanto antes en este país podamos iniciar un proceso de paz, que será largo y difícil».

También se pronunció sobre las críticas de Rajoy y opinó que «desgraciadamente, el señor Rajoy, en lugar de ayudar, siempre aparece tratando de entorpecer, y, en lugar de añadir, de unir y de sumar, siempre aparece dividiendo y descalificando. Ha sustituido la razón del argumento por la descalificación y el ruido, y el respeto por el insulto», agregó.