El Vaporcito bajará precios

Adaptarse o morir. Es la consigna que tendrán que adoptar los dueños del Vaporcito, una vez que, según explicó a LA VOZ el gerente de la empresa, Andrés Fernández, no han conseguido ninguna ayuda por parte de la Administración para su negocio. «Hemos visitado todas las delegaciones y nadie se hace cargo de nada», lamentó Fernández.

Así las cosas, el gerente del Vaporcito reconoció que se han planteado iniciar su actividad en febrero con una bajada de los precios en el billete de ida y vuelta para intentar competir con el catamarán, cuya tarifa, subvencionada por la Administración autonómica, es prácticamente la mitad de la del Vaporcito (1,7 por 3 euros).

«Lo único que pedimos es un trato especial, porque se está pagando con dinero público a una empresa privada», criticó Fernández, en alusión a esta subvención. La única delegación que planteó alguna ayuda fue la Turismo, que ofreció pagar un 30% de la inversión que el Vapor tendría que realizar para orientar el negocio al sector turístico, algo que sus responsables no aceptan.

«Nosotros no estamos para dar vueltas durante dos horas por la Bahía, porque eso no es lo que pide la gente», advirtió Fernández, que señaló que su clientela lo que quiere es cruzar a Cádiz en el barco «como llevamos haciendo durante 77 años».

Cambio de horario

Por ello, aunque intentarán nuevas reuniones una vez acabadas las fiestas, los responsables de esta empresa, que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural, tienen pocas esperanzas en la Administración, por lo que tratarán de implantar algunos cambios en los precios y los horarios para intentar competir con el nuevo catamarán.

«Vamos a bajar el precio de ida y vuelta, aunque cualquier cambio nos afecta mucho, pero nosotros somos de aquí y no queremos irnos», resumió Fernández