Zapatero no tiene prevista "una intervención directa" en la negociación del Estatut

El Gobierno no prevé "una intervención directa" de José Luis Rodríguez Zapatero en la negociación sobre la reforma del Estatuto de Cataluña y considera que las conversaciones sobre este asunto deben permanecer en el ámbito del Parlamento.

El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, fijó esta posición en una rueda de prensa al referirse a la propuesta de Mariano Rajoy para negociar el Estatut con Zapatero y señaló que "todas las ofertas de diálogo son bienvenidas", aunque "no hayan pasado ni dos semanas del último insulto al presidente".

Sin embargo, Moraleda precisó que "las conversaciones deben de seguir estando donde están, que es en el ámbito natural de la discusión, esto es, en sede parlamentaria", y señaló a los periodistas, tras la rueda de prensa, que el Gobierno no tiene previsto, de momento, fijar una reunión con el presidente del PP.

El Ejecutivo, dijo, conoce el interés de los distintos partidos catalanes de que Zapatero comparezca en un encuentro con ellos, pero en la agenda del presidente "de momento no está prevista ninguna reunión".

"La aspiración del Gobierno es que se pueda conseguir un acuerdo; dejemos que los trabajos sigan desarrollándose en el ámbito en el que están, el Parlamento, y esperemos que puedan desprenderse de ellos un resultado satisfactorio", comentó.

En este sentido, comentó que aunque algunos sectores ven el "vaso medio vacío" y el Gobierno, más optimista, lo ve "medio lleno", el hecho es que, "se mire como se mire, el vaso está a la mitad", por lo que instó a que se mantenga "el clima de calma y de sosiego, ausente de crispación, para avanzar en un acuerdo que será bueno para Cataluña y para España".

"Esperamos que los acuerdos se produzcan de la manera más rápida posible, sin precipitaciones ni alteraciones del rigor y del necesario consenso que implican todos los acuerdos", añadió.

El secretario de Estado reiteró que todas las ofertas de diálogo "son bienvenidas" y recordó que la conversación, la persuasión y los argumentos "son siempre indispensables para favorecer acuerdos, aunque no hayan pasado ni dos semanas del último insulto al presidente".

A este respecto, subrayó que "si el año empieza por que algunos dirigentes políticos tengan un carácter menos avinagrado y más proclive al entendimiento, conseguiremos algo extraordinariamente positivo para la vida política del país".

Así, consideró que incluso las cosas "más complicadas" hay que hablarlas "como habla el común de los ciudadanos: tratando de comprender al otro, escuchando sus consideraciones y expresando las propias para tratar de conseguir el término medio".

Una actitud que, en su opinión, no es la que tiene el PP y su líder, ya que en vez de escuchar y dialogar se dedican a "decir no a todo e insultar reiteradamente al presidente del Gobierno", algo "inhabitual en la vida cotidiana de los españoles".

En todo caso, Moraleda señaló que no está en las competencias del Gobierno, "ni en las convicciones íntimas" de Zapatero, examinar la actitud de Rajoy, y subrayó que ésa es labor de los ciudadanos en las urnas.