Otra Cataluña
Un libro oportuno recuerda lo que muchos se empeñan en silenciar: la importancia de la cultura catalana en castellano
Advierte muy oportunamente el escritor y periodista catalán Sergio Vila-Sanjuán sobre algo que se está olvidando en estos días salvajes: la importancia que la cultura catalana ha tenido en España. Hay quien en vez de desacreditar, rechazar y despreciar opta por incorporar, respetar y enriquecer. Vila-Sanjuán, uno de los mejores periodistas culturales de España, acaba de publicar un libro de necesaria lectura: «Otra Cataluña. Seis siglos de cultura catalana en castellano», publicada por Destino.
Desde el corazón de Cataluña Vila-Sanjuán nos regala un soberbio repaso de lo que ha significado Cataluña como parte de España. Confiesa el periodista que en un día de Sant Jordi de hace algunos años preguntó al entonces aún presidente de la Generalitat Jordi Pujol qué libros iba a comprar. El molt honorable le dijo que el nivel de la narrativa catalana estaba muy alto. Nada sobre la literatura en castellano. Vila-Sanjuán le recordó que Eduardo Mendoza, referencia de la narrativa barcelonesa, acababa de publicar su novela «Una comedia ligera». «No és el mateix», dijo Pujol. No es lo mismo... Así ha sido desde hace tiempo porque en Cataluña se ha potenciado, beneficiado y subvencionado a la literatura en catalán mientras que la «otra» permanece en las catacumbas.
Se pregunta con sensatez Vila-Sanjuán si es que existe una tradición literaria de primera y otra de segunda. Y ante esta anomalía muestra la impresionante galería de ilustres personajes catalanes que forman parte de la cultura de todos: Juan Boscán, Eugenio d’Ors, Pi y Margall, Ferrer Guardia, Federica Montseny, Carmen Laforet, Gil de Biedma, Juan Goytisolo, Eduardo Mendoza, Vázquez Montalbán, Ana María Matute y Terence Moix.
Hoy que se entrega el Premio Planeta, impulsado por un editor sevillano que creó un imperio libresco en Barcelona. Habría que recordar esta historia feliz de esa Cataluña ilustrada, cosmopolita y abierta que el independentismo está aniquilando. Qué torpeza, qué provincianismo de aldea el de esos personajes empeñados en anular a esa riquísima Cataluña. ¿Por qué renunciar y no sumar? ¿Qué lugares pueden enorgullecerse de semejante bilingüismo cultural?
Este desencuentro que vivimos ha creado una fractura emocional entre España y Cataluña. Ya no vemos de la misma forma a quien nos ha insultado. Y allí sucede igual. Vila-Sanjuán con elegancia y sin cargar las tintas no ha hecho más que recordar algo que habíamos olvidado. Y de paso evocar a otro luminoso catalán que tiene la llave de nuestra memoria sentimental: Serrat cantando al Mediterráneo desde la Costa Brava en el verano de nuestra infancia.
