Una Delegación útil: diálogo, lealtad y cooperación

«Trabajando junto a la Guardia Civil y la Policía Nacional he comprendido que tenemos los mejores cuerpos policiales del mundo»

Antonio Sanz

A lo largo de los tres últimos años he tenido el inmenso honor y responsabilidad de dirigir la Delegación del Gobierno de España en Andalucía. Y debo decir que para mí, para los subdelegados del Gobierno y para los integrantes de todo el equipo, ha sido una experiencia intensa, enriquecedora y apasionante.

Nos hemos enfrentado a muchos retos, en su mayoría no fáciles. Sobre gestión de emergencias. Sobre solidaridad. Sobre seguridad ciudadana. Sobre dispositivos para grandes celebraciones y eventos. Sobre lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. Sobre inmigración. Sobre violencia de género. Sobre seguridad vial. Sobre infraestructuras. Sobre financiación autonómica y local. Y sobre la complejidad que reviste y el reto que supone la mejora de la colaboración interadministrativa en el Estado de las Autonomías.

Por eso he buscado hacer desde el principio de la Delegación del Gobierno una institución útil, abierta y cercana; un canal eficaz de comunicación y encuentro entre los ministerios, las diferentes administraciones y la sociedad andaluza. Mi objetivo ha sido que la Delegación de Gobierno, apoyada en las ocho subdelegaciones, no actuara sólo como mero representante institucional del Ejecutivo, sino como motor político y social en Andalucía, como acelerador de soluciones.

Mi apuesta ha sido por la lealtad del gobernante, en el convencimiento de que la ayuda mutua, la cooperación y la colaboración institucional siempre dan resultados positivos en favor del interés general. No se trata ya de una cuestión de valores y de ética en la prestación del servicio público, que también. Se trata de un principio ineludible para el correcto funcionamiento de las diferentes administraciones cuando hay que trabajar conjuntamente en pro de un objetivo compartido. Y además, es lo que nos exigen los ciudadanos.

Y pienso que hemos avanzado a un gran ritmo, en ese sentido, durante estos tres años. Impulsando y promoviendo nuevas comisiones regionales, como la de violencia de género o seguridad privada; comisiones interadministrativas, como la de los temporales; planes especiales, como el de convivencia y seguridad en centros educativos; mesas técnicas, como la de seguridad en La Línea; grupos de trabajo, como el de mejora del Profea; protocolos de colaboración, como el de seguridad de los profesionales sanitarios, y normas de homologación, como la de licencias de arma y caza o las Guias Conduce para nuestros productos agroalimentarios.

A lo largo de esta etapa, la Delegación y Subdelegaciones del Gobierno hemos empezado a renovar y actualizar el entramado de la Administración Periférica del Estado en Andalucía, con un Plan de Modernización 2018-2022 cuyo objetivo es mejorar y fortalecer la presencia de la Administración General del Estado en cada provincia, y en la Comunidad, impulsando su transformación digital, modernizando su imagen y racionalizando y mejorando los recursos públicos.

Hemos trabajado para allanar caminos, tender puentes, agilizar soluciones, impulsar acuerdos. En definitiva, para ser la voz de Andalucía en los diferentes ministerios y la voz del Gobierno en Andalucía. Este es el espíritu que nos ha alentado. Siempre sumar y construir. Dialogando y apostando por un nuevo modelo de relación entre las administraciones que modernice la política en Andalucía a través de la cooperación y la lealtad.

En mi experiencia como delegado he acumulado innumerables ejemplos de que las cosas funcionan mucho mejor cuando las administraciones suman y colaboran, trabajando codo con codo.

He compartido con alcaldes, con consejeros de la Junta de Andalucía, con mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o de la Unidad Militar de Emergencias, momentos muy duros, muy dolorosos, muy tristes, como el incendio de Doñana del verano pasado, o la búsqueda y cruel asesinato del niño Gabriel, el accidente mortal del A400M o la desaparición durante los temporales del Guardia Civil en Guillena...

Pero en todas estas ocasiones difíciles he visto dar a todos lo mejor de sí mismos. Me he sentido orgulloso de ser andaluz, de ser español, de formar parte de una sociedad madura y solidaria que se crece en la unidad y la coordinación frente a los grandes desafíos.

Trabajando junto a la Guardia Civil y la Policía Nacional he comprendido que tenemos los mejores cuerpos policiales del mundo y no puedo menos que expresar mi respeto, mi admiración y el agradecimiento que les profeso por su gran profesionalidad, su entrega, su vocación de servicio y por estar siempre allí donde se les necesita con eficacia y responsabilidad. Son nuestro gran orgullo como Nación y toda una garantía para la seguridad de los españoles.

En esta importante etapa de mi vida política me he desenvuelto bajo el paraguas de lo que yo denomino la «Acción Política Inteligente» dirigida a impulsar el desarrollo socioeconómico de las ocho provincias y mejorar la calidad de vida de los andaluces en su conjunto. En definitiva, mi intención siempre ha sido trabajar en favor de un nuevo modelo de relación entre administraciones sustentado en tres «C»: Cooperación, Colaboración y Coordinación.

Ahora toca el relevo, que igualmente asumimos con lealtad y con una convicción profundamente democrática. Cerramos una etapa llena de momentos duros y sinsabores, pero también de alegrías por los avances y éxitos obtenidos. Y lo hacemos con la satisfacción de muchos de esos retos superados y del deber cumplido. Una verdadera vocación de servicio público en la que creo y por la que seguiré apostando siempre.

Antonio Sanz,

delegado del Gobierno en funciones

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