El apunte

Tres caminos y un sólo lío

El gran colapso vivido ayer recuerda los atascos crónicos de verano y las obras que nunca llegan

Las carreteras gaditanas siempre aparecen pintadas en rojo en el mapa de la Dirección de Tráfico cada vez que llegan esas operaciones salida y retorno de vacaciones, o puentes y escapadas de fines de semana señalados. La avalancha de turistas que vienen a Cádiz a disfrutar de su gastronomía, sus pueblos y playas hacen que los accesos al litoral sean puntos calientes y tramos de alta densidad de circulación. De este modo, la autopista Sevilla-Cádiz –ojalá que con peaje sólo durante lo que queda de año–, y la antigua N-340 son las dos arterias que más tráfico reciben en esos días de problemas crónicos y localizados. Pero en algunos puntos, las carencias son tan graves y antiguas que pueden provocar un colapso en cualquier jornada laboral. Es el caso de Tres Caminos en el día de ayer. La DGT pide una y otra vez paciencia y tranquilidad para evitar problemas. Pero la buena fe no va a multiplicar carriles ni crear nuevas salidas.

En el caso de las infraestructuras de transporte, de las carreteras, autopistas, desdobles y reformas, la decepción y la frustración ante la inacción administrativa se han vuelto norma en Cádiz. La trágica acumulación de accidentes y tapones recuerda a muchos usuarios el asombroso retraso que encadena tramos clave como la Nacional IV para que sea, de una vez, alternativa real, eficaz y segura para la autopista mencionada.

La recuperación de las obras en Tres Caminos hace muchos años que también es un asunto urgente que todos los partidos, sin distinción, aplazan y tapan bajo una montaña de excusas. Un verano tras otro, o un jueves cualquiera como el de ayer, se condena a todos los usuarios de una vía clave en una comarca con medio millón de habitantes, o a los visitantes de uno de los mejores tramos de costa de España a sufrir atascos largos y molestos si quieren desplazarse o trabajar con normalidad, si pretenden disfrutar esas playas y municipios maravillosos trasladándose desde cualquier punto situado al Norte de la Bahía.

Es el caso más grave pero no el único. La ampliación de la Nacional 340, de Vejer hasta Algeciras, también sigue a la espera de continuación. Llegó hasta Vejer y, quizás por la belleza del pueblo, se paró allí para siempre. Todo acumula, como mínimo, 20 años de retraso. Todo ha caído en la parálisis permanente. La responsabilidad es de varios gobiernos, nacionales o regionales, formados por el PSOE o el PP, siempre por unos y otros. El caso es que ninguno sabe hacer camino. Menos aún, andar.

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