OPINIÓN

La sonrisa

La sonrisa en la vida cotidiana te abre puertas y ventanas, te hace afrontar el camino con otra filosofía y suele sacar lo mejor de ti para los demás

Que te devuelvan el saludo es de agradecer pero con una sonrisa incluida es para mí uno de los gestos más agraciados que existen. Deberían de incluirá a ésta como la octava maravilla del mundo descubierta. Todas ellas son bienvenidas. Cuando contemplamos a nuestras agrupaciones sobre el escenario las sonrisas de los que actúan nos hacen disfrutar del momento mucho más. La sonrisa transmite alegría y amabilidad. La sonrisa te carga de energía positiva, te acaricia el alma. Últimamente estamos viendo a grupos que cantan como enfadados con la humanidad, tan metidos en la piel de su personaje que desprenden un halo de antipatía y agresividad fuera de lo común. No se sabe si realmente son así o es que están recreándose en una magistral creación interpretativa con el personaje de su vida. Estas formas de cantar nos producen tal tensión a los oyentes que cuando terminamos de oír un tema expresado o gritado de esa manera el cuerpo de aquellos que escuchamos se nos relaja tanto, que notamos como había algo en el ambiente que nos ponía muy nervioso y no sabíamos por qué.

La sonrisa en la vida cotidiana te abre puertas y ventanas, te hace afrontar el camino con otra filosofía y suele sacar lo mejor de ti para los demás. Pero no confundamos la sonrisa gentil con la ñoñería. Hoy en día hay muchos grupos que se pasan de amabilidad y bondad en sus repertorios y aún más en su interpretación, de tal forma que rozan a veces la cursilería.

Una cosa es llevar el tipo o personaje que llevamos ese año hasta lo máximo y otra es obviar los temas de denuncias sociales e importantes para ir de acorde con el tipo. Todo no es blanco o negro, hay grises. Ni tan agresivo ni tan cursi. No olvidemos que es un concurso de carnaval. Los repertorios con letras llenas de recados agresivos no son muy seductores de oír, pero tampoco es conveniente que nos derritamos con letras tan ñoñas e inocuas como está ocurriendo últimamente. Intentemos conseguir un término medio en nuestros mensajes y sobre todo que mostremos nuestra mejor sonrisa, eso sí, sin olvidarnos de escribir en paridad con letras contundentes y letras con exquisitez. Esta reflexión sobre los repertorios y la expresión extrema de los que los interpretan no es más que una excusa para describirle a una sonrisa en especial.

Ésta es sublime, desprende elegancia y atractivo. Es tan femenina como feminista. Podría compararse con la de la Gioconda y es tan fuerte como una montaña, llena de ilusión y de entrega. Una sonrisa que muestra la luz de la vida y las ganas de comerse el mundo. Una sonrisa que enamora a todos, tan preciosa que hace tambalear los cimientos y descolocar a cualquiera. A veces se convierte en una sonrisa etrusca para escalarla hasta su cima y mirar desde lo alto y en otras ocasiones lanza su expresión de Duchenne con la mueca labial ladeada que enuncia la pasión y los designios del amor.

Es difícil encontrar algo tan especial o al menos que te lo parezca a ti. La que encontré sugiere que pierdas la cabeza, que escribas poemas y mueras por ella, como decía Sabina en su canción de morirme contigo si me matas. Todos deberíamos de encontrar una sonrisa así para dar gracias a la vida y en mi caso porque la dueña de esos gestos sea una boca de mujer.

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