Una oposición responsable

El grupo municipal del Partido Popular es el que mayor número de propuestas, y sobre todo propuestas de contenido práctico y enjundia para la ciudad, ha presentado en los tres plenos que se han celebrado desde el nuevo mandato. Este grupo es el que obligó al Equipo de Gobierno y al PSOE a hablar de Empleo en un Pleno Extraordinario, el primero que se celebró donde, evidentemente el PSOE (luego el PSOE -que en Cádiz, ni en ningún ayuntamiento andaluz, puede hablar de empleo- pidió uno de vivienda y ha anunciado que va a pedir otro de políticas sociales: estrategia política de una hipocresía altísima, ya que pide hablar de materias en las que las competencias son autonómicas y el papel de su partido en la ciudad ha sido vergonzante).

El ciudadano de Cádiz puede percibir que el PSOE -en una estrategia maquiavélica- pone en bandeja al Equipo de Gobierno las enmiendas que sean precisas a nuestras propuestas para que Podemos y Ganemos no tengan que votar afirmativamente ninguna propuesta de quienes ganaron las elecciones municipales por sexta vez consecutiva: es una manera de ayudar al alcalde para que no tenga que reconocer que en asuntos tan importantes como los Servicios Sociales no pueden ni saben hacer más de lo que hacíamos nosotros, y que en otros aspectos de la política municipal, como la gestión económica o los proyectos urbanísticos y de infraestructura no tienen la menor idea de qué hacer.

Somos además un grupo con capacidad de reacción. Llevamos muchos años en la gestión y conocemos perfectamente la ciudad y los mecanismos de funcionamiento de San Juan de Dios. Tanto a nivel administrativo como político. Lo que no podemos es luchar contra el sectarismo: el alcalde y su grupo ya ha dicho -y en privado se jacta de ello- que no apoyarán ninguna propuesta que provenga del PP. Esto solo tiene un nombre y es SECTARISMO. Los grupos políticos, los partidos, las personas en general pueden pensar lo que quieran -es la esencia de la democracia-, o al menos así lo vemos nosotros. Pero rechazar todo lo que venga de un grupo municipal, que además es el que eligieron los gaditanos para gobernar, dice poco -más bien nada- sobre el presunto talante democrático del alcalde y su grupo.

Al hilo de esto, la supuesta fuerza del PSOE no se debe a un mayor bagaje o mayor capacidad de reacción. Ni siquiera se basa en el número de concejales. Da igual que tengan cinco, siete o uno. Lo que Fran González sabe y explota es que tiene el número necesario para decantar una votación, y que el alcalde, antes que votar una propuesta del PP es capaz de votarse en contra a sí mismo. Esta mecánica de funcionamiento es la perversión de la democracia y se lo debemos a Fran González: un ejemplo fue el Pleno de Empleo, en el que Fran González consiguió eludir el llamamiento a la responsabilidad de la Junta en esta materia. De eso fue cómplice el alcalde que el miércoles mismo se fue a hacerse la foto a la Escuela de Hostelería…

Por último, a la que siempre será para mí -y para muchos gaditanos- la alcaldesa de Cádiz, la veían los gaditanos en la calle. Y la siguen viendo. Y cuando la acompañas por las calles te das cuenta por qué ganamos las últimas municipales, y a cada día que pasa te vas dando cuenta que aquellas personas que no te votaron -quizás atraídas por cantos de sirenas que van cayendo momento a momento- te miran y valoran todo lo que se hizo por esta ciudad y lo que se está haciendo. Podemos pues asegurar que, desde el principio, porque somos demócratas convencidos, asumimos que -aún habiendo ganado las elecciones- el pacto del PSOE menos apoyado en las urnas en la historia de Cádiz y Podemos-Ganemos no nos permitiría gobernar- lo asumimos con deportividad política pero sin olvidar que teníamos y tenemos la responsabilidad de vigilar para que el alcalde no se cargue la ciudad con el consentimiento de Fran González.

A cada momento que pasa estamos más convencidos de que nuestro trabajo responsable en la oposición es imprescindible. En esto estuvimos, estamos y estaremos, y siempre bajo la presidencia y la fuerza de Teófila Martínez que no está aquí no para ser azote de nadie, sino para aportar su experiencia y su buena gestión que es muchísima a la ciudad de Cádiz