Adolfo de Vigo

La noche de Reyes

El año había sido muy duro para esta familia. Él trabajaba en una contrata de la construcción que ante la escasez de trabajo había cerrado dejándolo en la calle y sin ayudas

Adolfo de Vigo
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El año había sido muy duro para esta familia. Él trabajaba en una contrata de la construcción que ante la escasez de trabajo había cerrado dejándolo en la calle y sin ayudas. Ella siempre se había dedicado al trabajo de ser ama de casa, sacar a la familia adelante y cuidar de sus dos pequeños. Esos mismos a los que en estas fechas se les abrían los ojos como platos cuando pasaban por una juguetería o veían un anuncio de alguno de los juguetes que querían. Y la tan temida noche estaba llegando.

Hoy se han despertado y han ido corriendo al salón en busca de esos presentes que los Reyes Magos le hayan dejado como hace más de dos mil años llevaran al Niño Jesús en aquel humilde portal de Belén.

Y como si de aquel milagro se tratará junto a su sofá había varios paquetes envueltos. No eran muchos, pero eran regalos que Melchor, Gaspar y Baltasar habían dejado en su casa.

Esta mañana cuando usted esté abriendo sus regalos o leyendo este periódico muchos niños estarán abriendo esos paquetes que de Sus Majestades han dejado en sus casa gracias a la ayuda de esos pajes que durante todo el año se vuelcan en una admirable labor como es la de la recogida de juguetes para que ningún niño se levante y se vea privado de celebrar esta fiesta.

De entre todas estas asociaciones, organizaciones, Hermandades y Cofradías de nuestra ciudad, e incluso, particulares anónimos, quiero hacer especial referencia a la Asociación de los Reyes Magos, con Paco Moya a la cabeza y una gran cantidad de colaboradores, los cuales se desviven en su gran pasión y esfuerzo, que no es otro de que todos los niños de Cádiz tengan sus regalos el 6 de enero.

Para ellos el día de ayer fue la conclusión de todo un año de trabajo, de realizar actos y organizar eventos para poder recaudar dinero y así obtener la máxima cantidad de juguetes que llevar al mayor número de niños gaditanos. Una asociación que, en una excelente labor callada como muchas otras, hacen posible que ningún niño sufra la tristeza de no tener un regalo. Y es que esa noche mágica a todos nos saca el pequeño que vive dentro de nosotros y por unas horas soñamos con el regalo que nos traerá nuestro Rey Mago. Da igual la edad que tengamos, que seamos niños, jóvenes, o ya veteranos, está mañana al abrir los ojos y sin querer, de forma espontánea, habremos pensado que ya han llegado los Reyes Magos. Y entonces, una vez más, la ilusión se apoderará de nosotros y aunque sea por unos minutos nos volveremos niños.

Mañana, cuando hayan descansado del duro día de ayer y esos pequeños sigan disfrutando de sus regalos, ellos se pondrán manos a la obra para empezar la labor que concluirá el próximo seis de enero de 2017, volviendo a poner una sonrisa en la cara de los niños gaditanos menos favorecidos.

Es por eso, que hoy quiero dedicar este artículo a todos aquellos que durante el año se desviven por hacer posible el día de los Reyes Magos, porque no tiene que haber cosa más triste para un niño que levantarse esa mañana y no tener un regalo que llevarse a las manos, ni momento más duro para unos padres que no poder ver a su hijo llenársele la cara con la ilusión de recibir ese regalo.

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