La fiesta del cine y la historia de un viejo arte

Nos vemos de nuevo metidos en plena Fiesta del Cine, justo nada más terminar este puente que afecta a gran parte de las Comunidades Autónomas, como Andalucía... Así nada más terminar este largo fin de semana podemos ampliar nuestro relajamiento si asistimos a cualquiera de las 3036 pantallas, distribuidas en 353 cines a lo largo y ancho de nuestra geografía. Entradas a 2 euros noventa céntimos para cualquiera que se apunte en la página web, www.fiestadelcine.com, con una doble excepción los menores de catorce años y los mayores de 60 que no precisan registrarse. Los días 3,4 y 5 no hay excusa para no acudir al cine y ver las novedades de estas últimas semanas, entre las que recomiendo encarecidamente ‘Truman’ que es uno de los mejores filmes del año.

Sigo pensando, sin embargo, que la Fiesta del Cine debería sumar otras actividades que promovieran la cinematografía entre los más jóvenes o que acercaran a los creadores de la cinematografía al gran público. Estaría bien que se conociera el proceso de una película o cual es la enorme influencia del cine en nuestra sociedad, pues si bien es cada vez menor la asistencia de espectadores a las salas, vemos más cine que nunca en las televisiones o en las diferentes plataformas digitales.

Resulta demasiado frío que todo se concentre en la reducción del precio de las entradas durante tres días y después todo siga igual, con escasa asistencia y con un desconocimiento generalizado del fenómeno cinematográfico. Esta fiesta también debe jugar una labor didáctica.

Actualmente, si hablamos de una actriz pelirroja la referencia es Jessica Chastain. Algo más atrás en el tiempo se hablaría de Rita Hayworth, aunque su melena no fuese natural y pocos recordarían a Mauren O’Hara la más genuina pelirroja de la historia del cine. Mauren falleció esta semana a los 95 años y apartada de la profesión desde hace décadas. Hizo unas 55 películas aunque en mi memoria figuran tres títulos por encima de todos: ‘Que verde era mi valle’, ‘Río Grande’ y sobre todo ‘El hombre tranquilo’. Todas dirigidas por John Ford y en las dos últimas acompañada por su buen amigo John Wayne. ‘El hombre tranquilo’, en la verde Irlanda, es una comedia deliciosa, costumbrista, llena de matices y en la que la rudeza y primitivismo de los hombres sucumbe ante la belleza pero sobre todo la firmeza de Mary Kate Donaher (Mauren O’ Hora). Es una película completa que no estaría de más que se programara en estos días de fiesta cinematográfica. Habría que buscar la fórmula para que las nuevas generaciones conocieran la grandeza de este arte y las estrellas que lo poblaron