La Voz de Cádiz

La eterna duda del relevo

El imprescindible rejuvenecimiento de las plantillas del sector naval se convierte en una incógnita por las carencias en la formación

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Cada triunfo esconde un reto. Conseguir un contrato para la construcción de cinco corbetas que dará trabajo durante casi un lustro a los astilleros de San Fernando y supondrá 2.000 millones de euros para Navantia, también. Es el mayor contrato de la historia para la empresa heredera de la marca pública del sector naval en España, tan influyente en la Bahía. Habrá logrado el mayor acuerdo que ha conocido pero en este logro van encerradas muchas exigencias. Una de ellas es rejuvenecer la plantilla, ponerla al día, formar a los trabajadores para poder cumplir con un encargo por el que han pujado empresas de medio mundo. Cualquier persona dotada con algo de sentido común sabe que el gravísimo problema del desempleo en la provincia tiene raíces educativas.

Una enfermedad tan grave y duradera como la del mercado laboral gaditano tiene muchos orígenes y uno de los principales es una formación defectuosa. No es la primera vez que expertos, sindicatos, dirigentes dicen que nos falta preparación para el relevo generacional cuando llega. Cuando hay un puesto de trabajo disponible, y ahora puede que aparezcan muchos, resulta que los especializados para cubrirlo suelen ser de otros lugares.

Los cursos de formación de operarios para el sector naval que necesitan las empresas auxiliares y anuncia la Junta con su habitual bombo propagandístico no funcionan. Llegan tarde y mal. Resulta que no son útiles, que se quedan cortos para satisfacer la demanda de personal cualificado cuando llegan los encargos importantes. Tanto pedir carga de trabajo y cuando aparece –como ahora con el gran encargo de Arabia Saudí que está a la espera de la última confirmación– no estamos listos o se teme por el envejecimiento de la plantilla. Esa historia podría aplicarse a otros muchos sectores de la economía gaditana. Los astilleros sólo son un ejemplo. Constantemente se habla, desde sindicatos e instituciones, de la necesidad inexcusable de formar y reciclar al personal de la industria naval de la Bahía para afrontar los nuevos retos que se avecinan.

Pero han pasado muchos años en la misma situación y la preparación no ha cogido el ritmo de la demanda, siempre va por detrás. Es casi medio millar el que va camino de jubilarse y los jovenes deben suplirles con garantías. Todos, unos y otros deben estar preparados.

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