OPINIÓN

Celebraciones

El COAC dejó su tradicional espacio al claustro de la UCA para la ceremonia académica del día de Santo Tomás de Aquino

Ayer, 28 de enero, la Universidad sacó sus galas a la calle con ocasión de la investidura de los nuevos Doctores en el Teatro Falla. Las mucetas y birretes rojos, amarillos, azules… inundaron Fragela y, aunque alguno habrá que tilde los trajes académicos como un vestigio anacrónico, el portar la colorida indumentaria no es, en absoluto, incompatible con el trabajo en las más novedosas vanguardias.

Me consta incluso que a la mayoría de los nuevos médicos les gusta que el día de su graduación, también en el Falla y en el mes de junio, sus profesores les acompañen con la susodicha vestimenta que, por cierto, no es la más agradable de llevar con la canícula veraniega. Por un rato, el COAC dejó su tradicional espacio al claustro de la UCA para la ceremonia académica del día de Santo Tomás de Aquino , patrón de los universitarios.

También ayer se celebró el Día Mundial por la Reducción de las emisiones de CO2 y contra el calentamiento terrestre. Desde hace muchos años, cada día del calendario viene vinculado a una festividad del Santoral y a un Día Internacional o Mundial, determinado por las Naciones Unidas, como es el caso de las dos celebraciones que citaba antes, a los que se suman, entre otros, los Días Europeos; ayer, en concreto, el Día de la Protección de Datos. Y eso está muy bien porque no se excluye a nadie ni a nada.

Cierto es que algunas figuras del santoral tienen, hoy día, pocos adeptos a la hora de ser elegidos para nombrar a los tiernos infantes; cuestión de modas y gustos. En cuanto a los Días europeos , mundiales e internacionales también los hay para todo un abanico de recordatorios, celebraciones, reivindicaciones y llamadas de atención. Seguro que el filósofo y santo dominico estaría muy satisfecho con que su festividad coincida con el día en el que se nos recuerda la importancia de cuidar nuestro planeta.

Y seguro, también, que lo mismo sucedería en el caso de otros Días Internacionales que nos hacen tomar conciencia y reflexionar sobre temas y asuntos de enorme importancia. Por ejemplo, entre otros muchos, las diferentes conmemoraciones y llamadas de atención que se han celebrado estos días, o lo harán en fechas cercanas, como el Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto, el Día Internacional de la Educación, el Día de las Enfermedades Raras o el Día Mundial contra la Lepra, enfermedad de la que, por cierto, todavía se siguen registrando algunos casos en nuestro país.

La importancia de estos, y otros temas, contrasta con celebraciones de diversos días ‘internacionales’ recogidos en prensa, redes sociales etc. etc. que no dejan de llamar la atención. A mi, personalmente, el que el próximo 4 de febrero, Día Mundial contra el cáncer, aparezca también como el Día del orgullo zombie , me produce un cierto estupor. También hay un día de la croqueta que, en Cádiz, ha pasado algo desapercibido; quizá porque prácticamente caía con la erizada, e incluso existe el Día Internacional más triste del año que tampoco hizo mella en nuestra ciudad, posiblemente porque, en este caso, coincidió con la resaca de la ostionada. Esperemos que la profusión de tales ‘acontecimientos’ no termine por banalizar los auténticos Días de los temas que, realmente, nos deberían importar.

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