El cambio de la carrera oficial
Pues, al final, se consumó el cambio de carrera oficial en nuestra Semana Santa
Pues, al final, se consumó el cambio de carrera oficial en nuestra Semana Santa. El Consejo entrante, que preside Juan Carlos Jurado, llevó al Pleno de Hermanos Mayores la propuesta de modificar la carrera oficial tal y como la conocemos y como la hemos vivido durante décadas. Y que quieren que les diga, a mí personalmente no me gusta.
No me parece que lo más oportuno para la Semana Santa sea la de prescindir de una calle señorial y la vía principal del casco antiguo como es la calle Ancha. Me parece que es un error que se quede fuera del transcurrir de los desfiles procesionales. Y en su lugar, se traslade a calles como Nueva, Pelota o la misma plaza de San Juan de Dios.
Durante mi vida como cofrade, y les puedo asegurar que son muchos años vistiendo el habito de nazareno o portando algún paso, ya que desde los tres años empecé saliendo en Sentencia, la plaza de San Juan de Dios siempre ha sido uno de los tramos que menos me ha gustado. Ese espacio suele ser frio y demasiado abierto como para poder disfrutar de lo que es una hermandad en la calle.
No quiero ni pensar que el próximo año se nos presente una semana de fuertes vientos y fría, ya que quien se siente en ese tramo se verá azotado por los vientos que desde el muelle entran en la ciudad, ya que en dicho sitio no hay ningún tipo de protección para el espectador.
Por otro lado, como ocurría con la vía del tren que separaba a la ciudad en dos, la nueva disposición de la carrera oficial dividirá a las hermandades igualmente. Por un lado, las de Cádiz interior, y por otro lado, las que vengan de Santa María, Santa Cruz, e incluso, las que vienen desde fuera del casco antiguo. Estas últimas hermandades se verán obligadas a realizar un escorzo en su recorrido para poder alcanzar el inicio de la calle nueva. Se dará la circunstancia que las del barrio de Santa María y, posiblemente, las de Santa Cruz, se verán obligadas en recorrer la plaza de San Juan de Dios hasta en tres ocasiones en una misma salida procesional.
A mi entender, si lo que pretendían era revitalizar la carrera oficial, que no se diera la visión de la calle Ancha sin ocupar o sin vender, lo mejor es que se hubiese planteado invertir esta. Sé que con este planteamiento me llevaré la ‘regañina’ de mi buen amigo Ignacio Ortiz, hermano mayor de la Paz, porque obligaría a su hermandad a estar antes en la calle o a perder su primer puesto el Domingo de Ramos.
Pero es cierto que con ese cambio se entraría mucho más temprano en la calle Ancha, favoreciendo la venta de sillas en la misma, sobre todo para las personas mayores, las cuales terminarían de ver el pasar de las hermandades mucho más temprano. Las hermandades de San Lorenzo o la Viña tendrían mucho más fácil entrar en la carrera oficial, y sin tener que recurrir a decretos a la hora de establecer el orden de paso por los diferentes nudos de la ciudad. Y los metros de más que tuvieran que hacer las hermandades del barrio de Santa María o Santa Cruz para llegar al inicio se verían recompensados con la cercanía a su sede al terminar la Estación de Penitencia. Probemos la nueva carrera por un año, pero conociendo a los cofrades, ninguno saldrá contento.
