LA VOZ DE CÁDIZ

El calvario de un peaje

La autopista entre Cádiz y Sevilla estrena el año con una rebaja de precio que, a todas luces, es insuficiente

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La autopista de peaje (AP-4) entre Sevilla y Cádiz estrena 2017 con una leve bajada en su tarifa de precios. La carretera que une ambas capitales se convierte un año más en noticia tras las campanadas. En esta ocasión, la empresa que explota la carretera, Abertis, ha optado por rebajar el importe del peaje solo a los camiones, mientras que el precio para los turismos se mantiene igual que en 2016. Cabe preguntarse si la maniobra de Abertis es del todo legal o, por el contrario, actúa de manera premeditada para salvaguardar sus intereses ante el final de la concesión. El Ministerio de Fomento ha confirmado que no renovará los contratos de explotación en aquellas autopistas cuyo expediente de concesión vencen entre 2018 y 2021, como es el caso de la AP-4.

Tanto la exministra de Fomento, Ana Pastor, como ahora el nuevo titular de esta cartera, Íñigo de la Serna, han insistido en que la autopista de Cádiz estará exenta de peaje a partir de finales de 2019. Cabe recordar que esta vía se inauguró oficialmente en marzo de 1973, aunque anteriormente se habían abierto algunos tramos. Apenas cuatro años después, en 1977, el Gobierno de Suárez aprobó la primera prórroga de la concesión hasta 1999. Cuando aún faltaban 15 años para que esa concesión se cumpliera, el Gobierno de Felipe González prolongó la concesión siete años más, con lo que el pago por circular por esa carretera se prolongó hasta 2006. La última vuelta de tuerca se dio bajo el Gobierno del popular José María Aznar que, en 1997, aprobó que la concesión duraría hasta 2019. Este calendario de fechas revela que la concesión ha durado 50 años, tiempo más que suficiente para amortizar una obra de poco más de 100 kilómetros. La provincia de Cádiz no puede seguir hipotecada por un peaje que, a todas luces, es injusto y gravoso para su desarrollo económico, máxime cuando la alternativa es una carretera, la antigua N-IV, que, aunque han comenzado las obras para sus desdoble, aún no es una autovía. La decisión de Abertir de favorecer con una rebaja del peaje a los camiones es una jugada maestra para mantener los ingresos que aporta el tráfico de turismo, en paulatino crecimiento desde que se superó la crisis. Abertis trata ahora de hacer un guiño al tráfico pesado para captar más clientes y poder así culminar el 2017 con un incremento de este tráfico y también con un balance positivo en sus cuentas.

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