Navantia: una historia de trece años de pérdidas

La empresa pública presenta unos balances deficitarios desde 2013, cuando se refundó, pese a los esfuerzos constantes por sanear sus cuentas con distintas medidas

Una de las muestran de que la Argentina de principios de siglos no iba nada bien en su economía era la velocidad con la que iban cambiando los presidentes. Es una de las pistas habituales para descubrir que en cualquier organización hay agujeros, desde los ... entrenadores de un equipo de fútbol hasta los presentadores de un programa de televisión. Pues bien, para analizar cómo están las cosas en Navantia una de las pistas la puede dar el hecho de que la compañía ha visto cómo cinco presidentes (cuatro hombres y una mujer) se sentaban en el sillón de mando en poco más de cinco años. Los números no engañan: la compañía pública acumula trece años de pérdidas. La situación es para ponerse serios.

Según publicamos hoy en nuestras páginas, el único pequeño momento de respiro que ha vivido este gigante industrial se produjo en el lejano 2007. En ese año hubo 159.000 euros de beneficio en un ejercicio anómalo, en el que se produjo la conversión de la antigua compañía Izar en la moderna Navantia. Ese montante palidece en comparación con las pérdidas de los últimos años: 1.061 millones de euros de saldo negativo entre los ejercicio 2016 y 2020, el último del que hay datos oficiales. Los esfuerzos que ha realizado la compañía, y que en muchos casos han sufrido los empleados, para ir saneado las cuentas aún no se han visto materializados, si bien es cierto que desde 2017 (cuando se perdieron 296 millones) se han ido recortando las cifras en negativo.

La preocupación que existe en el Gobierno por esta sangría es evidente ya que estas cuentas, junto con las que presentan Correos, Hunosa y la Agencia EFE, suponen un importante lastre para la SEPI. Las esperanzas están puestas en los resultados de 2021, que se presentarán próximamente. Desde la compañía naval se espera que los últimos contratos –como la constante reparación de cruceros o la construcción de las corbetas– se refleje en una mejora de las cifras. El gran objetivo de mejora está fijado en 2024, cuando deben cristalizar las iniciativas de optimización y promoción comercial de Navantia a nivel interno y externo. La Bahía se juega mucho en cómo se vaya recuperando una compañía que es parte indisociable del pulmón económico de los gaditanos.

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